# 3° semana
Las practicas me tenían muy estresado. La competencia comenzaba a sentirse cada vez sobre nosotros. Quería impresionar a todos con mis movimientos. Podía cantar bien y eso ya todos lo sabían pero también quería demostrar que servía para otras cosas.Recuerdo que una de aquellas noches en la sala de ensayo me desmaye, al parecer no había tomado mis vitamias desde hace un tirmpo y la sobre exigencia física hizo que colapsara. Estuve allí tirado un par de horas y de no ser por mis compañeros de cuarto, quienes notaron mi ausencia, quizás hubiese agarrado un severo cuadro de hipotermia.
Recuerdo también que al despertar ahí estaba él, sonriendo serenamente, por alguna extraña razón eso me alivió todo el cansancio que llevaba.- Te preparé sopa de pollo para que recuperes tus fuerzas- dijo Jinhwan.
- Am...gracias- es todo lo que alcancé a decir antes de deborarme el plato entero.
Quería ser más amable con él pero no podía, solo sabía como maltratarlo y al parecer el tambien ya se estaba acostumbrando.
Al día siguiente a ese decidí intentarlo una vez más, fui a la sala a primera hora aprovechando que en ese horario todavía no comenzaban las clases, calente un poco y continúe con mi rutina. Lo cierto es que me gustaba que todo fuese complejo y arriesgado. Sentir la admiración y el consentimiento de los demás me extasiaba pero por algún motivo nada me salía bien, no lograba coordinar mi cuerpo, ningún movimiento era limpio y eso me estresaba al punto de querer romper todo. Pegue un puñetazo al aire y comence a girar rapidamente con la intención de marearme un poco.Gire tan de prisa que termine por tropezar y fui impulsado directo hacia la colchoneta. Cerré los ojos intinticlvamente y me sujete de lo primero que encontré, pero no se trataba del suave almohadon sino más bien un cuerpo solido y firme. Levanté los parpados sorprendido y mientras caía pude ver que estaba cayendo sobre JinHwan, el definitivamente estaba igual de perplejo que yo.
-Lo siento viejo, te juro que no lo hice a propósito- dije algo nervioso y avergonzado- jamás lo hubiese hecho con intenciones oscuras-
-Mi...entre..pierna- mascullo casi incomprensible.
Observé hacia esa "zona" y si, mi rodilla estaba enterrada allí y el que le había provocado ese dolor era yo.
-oooooouuuchhhh eso debió doler- dije intentando ponerme en su lugar.
-Dolería menos si te quitaras de encima- exclamó el pobre agonizando.-
Lo ayudé a ponerse en pie y luego de eso me aleje lo más que pude a ver como se recuperaba lentamente del malestar. Cuando al fin se sintió mejor me pidió que continuara con mis pasos, incluso se ofreció a ayudarme a mejorar mis movimientos. Me pareció muy gracioso cuando lo dijo pero bien empezó a mover su cuerpo quedé perplejo. Sus piernas parecían jugar rítmicamente, sus brazos eran como dos cintas al viento y sus caderas no tenían límites, todo en el era perfecto mientras se desplegaba por todo el salon de baile. Después de ver ese espectáculo no podía simplemente dejar que se me escapara de las manos, la oportunidad de triunfar estaba ahí junto al pequeñín con cara de angel.
Un paso en particular estaba agotando mi paciencia y es que eso de mover mucho las caderas nunca fue mi cosa favorita. Qué podía hacer más que permitir que JinHwan me ayude? En mi interior solo gobernaba la verguenza y el orgullo, no podía solo aceptar que el fuese mejor que yo en algo. Varios intentos después el pequeñín se acercó a mi, tomó ambos lados de mi cintura y luego deslizó sus manos hacía mis muslos. Guiaba mis movimientos con suavidad mientras el aire caliente de su aliento cosquilleaba mi cuello, mientras realizaba un conteo. Mis piernas no podían evitar ponerse más rigidas al sentir su tacto, no solo eso, también mis mejillas se calentaban más y más por el solo hecho se sentirme sometido a un duende, uno que se veía jodidamente bien bailando.
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Amame Por Favor //JunHwan //
FanfictionPrólogo El amor lo puede todo, pero puede incluso superar el orgullo y el prejuicio? Junhoe estaba en sus plenos 18 cuando aquel joven apuesto llego a su vida para arruinarlo todo. Quién era y por qué todos los problemas parecian girar en torno a...