Capítulo 20
Los días pasaron sin que pueda yo acosar a mi duende favorito debido a que mi familia no se nos despegaba ni un momento y como ya lo primos habían llegado no tuve más opción que permitir que los pequeños mocosos durmiesen en mi habitación. JinHwan estaba más nostálgico de lo habitual y me molestaba tanto que se me escapara de la vista en cada descuido y luego cuando corría a buscarlo lo encontraba en algún rincón llorando sus penas. Me desesperaba tanto no saber cómo ayudarlo, después de todo no podía simplemente cruzar el país para traer a su madre. Llegué a pensar que tal vez el llevarlo conmigo a pasar navidad no fue una buena idea, pero luego recordaba el dolor en el que estaba inmerso su familia y daba fortaleza para continuar a su lado apoyándolo y consolandolo.
Un día antes de Navidad, la tarde del 24 para ser más preciso, escuché sin querer a JinHwan hablando por teléfono con alguien. El le contaba como se sentía después de la partida de "ella" y cuanto la extrañaba aún. No supe en ese momento a quien se refería ni mucho menos con quien estaba hablando. Quizás si me mantenía allí oculto por un par de segundos más me hubiese enterado pero sentí que no era asunto mio y en el fondo sabía que el enterarme de algo así probablemente me lastimaria.
Esa misma noche robe dos latas de cerveza de la nevera de mi padre,tomé a JinHwan del brazo y sin previo aviso lo llevé hasta el lago que estaba cerca de casa. Solo quería un momento a solas con él, era muy egoísta de mi parte pensar solo en mis necesidades pero es que realmente lo extrañaba. El sensación de su piel pegada a la mía, el aroma de su cuello y el gusto de sus labios, lo extrañaba con locura aunque sólo habían pasado unos días desde aquella exquisita noche.
-Por qué me traes aquí? JunHoe no puedo ver nada- dijo el pequeñín.
Yo solo reí y agregué que la luz no era necesaria para lo que íbamos a hacer. La expresión del enano en ese instante fue de lo más gracioso, no sabía si ofenderse o alegrarse por lo que le había dicho.- Oye, estamos en víspera de Navidad, ni se te ocurra tocarme un solo pelo o te la verás con los protectores de menores.- amenazó el pequeñín con seriedad fingida.
- Creeme que si quiero tocarte lo haré las veces que se me plazca y donde se me antoje.- respondí a sus amenazas con total confianza de mis palabras.
Lo cierto es que me sentía como un lobo a punto de cazar a su presa. Quería tomar a JinHwan de los brazos y someterlo a mi poder para así amarlo hasta el cansancio, pero también tenía muy presente sus sentimientos y sus preocupaciones así que no quería agobiarlo con más problemas, de que si le gustan los hombres o si le gustan las mujeres. Una cosa eran mis sentimientos bien definidos, el amor incondicional que había forjado en mi su mirada tímida y sus carnosos labios de princesa,pero otra cosa muy distinta eran los sentimientos confusos de aquel duende al que había escuchado decir que extrañaba a alguien en particular, y definitivamente no se trataba de su madre.
- Bueno,entonces para que me traes?- preguntó algo distraído.
- Necesitaba alejarte de todo el caos familiar y tenerte sólo para mí un rato. Sabes? Estoy empezando a extrañar el instituto, allí tu eres el que me acosa a mi.- respondí nostálgico. No me había dado cuenta y a pesar de que lo haya dicho en tono de broma era así, JinHwan no se me había acercado desde aquella noche nuestra y a pesar de que parecía que nuestra relación personal se haría más profunda lo cierto es que se convirtió en algo más distante.
- No seas tonto, yo nunca te perseguí, estando en un lugar cerrado era inevitable cruzarme contigo todo el tiempo, no exageres porque no eres la gran cosa JunHoe.-
Demonios! El pequeñín se había vuelto tan irrespetuoso conmigo que era imposible soportar el deseo de darle unas buenas nalgadas. Pero ahí estaba él, diciendo que eso sería acoso sexual.
Las doce se acercaba y en el trasfondo del lago escuchábamos como mi madre exclamaba a viva voz nuestros nombres. Pensé en varias excusas para no ser regañados, mientras, no dejaba de sonreir junto a JinHwan entre las rocas de la orilla.
Algunos petardos resonaron a la distancia, fugaces colores flamearon en el cielo, una sensación de alegría inundó la atmósfera y allí estaba yo, deseándole una feliz navidad a la única persona con la que quería pasar ese agradable momento. Me sentí afortunado de tenerlo, aunque no se si él sentía el mismo nivel de emoción.
-Feliz Navidad JinHwan- dije saboreando cada palabra.- Feliz Navidad JunHoe- respondió con una dulce melodía.
No podía hacer otra cosa que observarlo fijamente en esos breves lapsos de claridad en que los juegos artificiales encandilaban el cielo nocturno. Quería besarlo, abrazarlo y decirle que todo estaría bien con su madre, pero mi cuerpo no respondía, solo me mantuve inmóvil como un idiota nervioso.
- Vas a besarme o que?-
Las palabras del enano me tomaron por sorpresa y antes de que pudiese pensar en algo el pequeño se abalanzó sobre mi dándome un dulce y casto beso. Se alejó, sonrió divertido por la expresión de pánico en incertidumbre de mi rostro y luego volvió a besarme, una y otra vez, profiriendo entre labios palabras que no pude entender.
Y de repente todos mis problemas desaparecieron, mis preocupaciones estúpidas y mis inseguridades se fueron, beso tras beso, nublando mi mente y esponjado mi corazón.- Enano, feliz Navidad enano! Feliz Navidad!- grite como un loco mientras lo abrazaba.
- Pero si eso ya lo dijiste tonto, que te sucede?-
- Feliz Navidad! Ahora si siento que es una feliz Navidad, la mejor de todas!- contesté entusiasmado.
- Gigantón desconfiado, te adoro, no te preocupes tanto, si? Me traes loco hasta la médula.- respondió el pequeñín adivinando mis pensamientos.
El me entendía después de todo, me quiso aún cuando lo no pude notar.
Hola a todos!!!
Perdón por ausentarme mucho tiempo, es que no sentía ánimos para escribir pero finalmente recobre el amor por la escritura así que prometo más capítulos mis chingus! Gracias por darle amor a mi fic. ❤💋❤
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Amame Por Favor //JunHwan //
FanfictionPrólogo El amor lo puede todo, pero puede incluso superar el orgullo y el prejuicio? Junhoe estaba en sus plenos 18 cuando aquel joven apuesto llego a su vida para arruinarlo todo. Quién era y por qué todos los problemas parecian girar en torno a...