# 2 semana-Ésta es mi cama, estoy aqui desde el lunes- dijo el inexpresivo muchacho mientras se acomodaba entre las sabanas de la cama de al lado.
La verdad es que me encontraba bastante ebrio y lo único que quería era dormir asi que decidí dejar las cosas asi hasta que pudiera recobrar mis sentidos.Era Sabado por la tarde cuando desperté, el buffet de comida ya había cerrado y mi estómago moría de hambre. Me recoste en el borde de mi cama y acomode un poco mis cabellos. Abrí lentamente los ojos y me di un buen susto cuando alse la mirada.
-Ya estas despierto, toma- una bandeja de plastico se extendía por sus manos.
-Sigues aquí gusano? No vuelvas a asustarme así, no puedes sentarte a esperar que alguien se despierte! - grite con fuerzas.
Para mi sorpresa el enano pareció captar el mensaje, dejó la bandeja en el suelo y se fue sin decir nada. Me asegure de que nadie me viera y tomé unos bocadillos de entre los plasticos. Mi estomago agradecía recibir esos manjares aunque fueran solo unos pocos y de la alegría no pude evitar tararear un par de notas. Por culpa de eso una migaja raspo mi garganta e hizo que empezara a toser sin cesar. Sentí la puerta abrirse de golpe y me di la vuelta mientras intentaba componerme.
-Olvide la leche, no puedes comer sin leche- el enano abrió el embase que tenía en manos e introdujo el pico en mis labios, sorbi unos abundantes chorros mientras él frotaba mi espalda y daba leves palmadas.
Aquello fue extraño, era como si mi madre me hubiese socorrido. Simplemente no dije nada, solo asentí la cabeza.Los lunes no solían ser días buenos para nadie. Comenzando con la clase de baile contemporaneo ya era más que evidente que perderíamos todas las fuerzas a primera hora.
- Formense tengo un anuncio que hacer- dijo el profesor.
Todos corrimos a nuestros puestos e hicimos silencio. Estabamos realmente curiosos de lo que diría y mientras más segundos pasaban más especulaciones nos hacíamos.
- Ya estan todos verdad?- preguntó el profesor.
Un estruendoso *si* se oyó en el salón, entonces prosiguió por relatar la novedad. *Se acercan las interdistritales y el instituto ya está inscripto. Desde hoy comienzan los ensayos para la competencia, tendrán que dar lo mejor de si mismos.*
Todo era sonrisas y aplausos, era una noticia genial ya que a todos nos gustaba demostrar nuestras habilidades aunque sea por un dia, subir al escenario y sentir los aplausos del público.
El profesor prosiguió por ordenarnos en parejas ya que además de una presentación grupal teníamos tambien que hacer una muestra en parejas. Sonaba bien, claro hasta que llegó él.- Quién eres tú y por qué irrumpes en mi clase?-
Era el tapete de entrada otra vez apareciendose como una mala visión. En cuanto me vio se apresuró a pararse a mi lado. Se presentó formalmente frente a todos e hizo una leve reverencia de respeto, lo cual para mi gusto fue algo exagerado. Su nombre era JinHwan. No me había percatado de que era la primera vez en escuchar su nombre despues de todos esos días de haberlo conocido. La verdad es que fui muy grosero con él y sin razón alguna lo detestaba.
Ya casi todos estaban emparejados y solo quedabamos tres varones y una mujer. Era una situación irregular ya que eso implicaba que dos de nosotros terminariamos sin pareja de baile, o aun peor, sin bailar.
A YunHyeong lo asignaron con SongLee, y allí se fue mi oportunidad de destacar. Lo cierto es que no todo estaba perdido, tenia dos opciones; Podía resignarme a sólo formar parte de la presentación grupal o aceptar bailar con el enano JinHwan. Opte por la segunda alternativa, muy a mi pesar.
-oye, tu dime cuando vamos a ensayar- profirió el pequeño.- No! No, no, no! yo ensayare solo, tu ensaya por tu lado- exclame muy alterado mientras me dirigia a la sala de teatro.
A pesar de que lo volví a ver en el resto de mis clases no le dirigí la palabra. Solo iba a dejar que se adapte por si mismo al lugar, quizás hasta se hacía un amigo y me dejaba de fastidiar.
Pasaron dos días aproximadamente cuando iba yo placenteramente caminando por el campus mientras comía una deliciosa manzana. Sentí un estruendo por detras de los muros del estacionamiento, fue tan escandaloso que hizo que me alarmara. Me acerqué sigilosamente hasta el borde de la muralla más alta y desde allí arriba pude ver el bulto de tres personas que se encontraban de pie observando a alguien depositado entre bolsas de residuo. Quién era? tomé carrera hacia la entrada del estacionamiento para poder verlo todo en primer plano. Unas ridículas zapatillas deportivas color pastel sobresalían entre el montículo de basura. La persona que se encontraba allí alzó la cabeza, erguio la postura e intentó levantarse pero una patada directo al rostro lo acomodó de nuevo a su posición inicial. Lo reconocí en cuestión de segundos, era JinHwan quien se escontraba en problemas.
Solía preguntarme a mi mismo en qué diantres estaba pensando para intentar meterme en medio ese embrollo, quería creer que sólo fue un impulso de mi alma justiciera y noble.
De un solo salto alcancé darle con mi pie un hermoso recuerdo de la suela de mi zapato a quien había golpeado a JinHwan y pocos segundos después ya todos nos encontrábamos en medio de una guerra de puños. Mi bello rostro sentía los bruscos golpes de vez en cuando mientras que aprovechaba mi adrenalina para golpear todo lo que se me acercara. Un timbraso retumbó en nuestros oídos y eso bastó para que la riña terminase. Los tres idiotas salieron corriendo, tomé a JinHwan de entre toda esa mugre y lo cargué en mis brazos cuesta arriba, atravesando los jardines y luego hacia los bancos de estudio. Cuando todo acabó por fin pude detenerme a respirar, mis piernas temblaban, más del miedo que del cansancio.
-Junhoe...- murmuró el peli castaño.
-No vuelvas a hacer eso. Eres un idiota si crees que lo mejor es dejar que te golpeen- respondí inmediatamente.
El me abrazó. Rodeó mi cuello con sus manos y dejó caer su cabeza sobre mi hombro
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Amame Por Favor //JunHwan //
FanfictionPrólogo El amor lo puede todo, pero puede incluso superar el orgullo y el prejuicio? Junhoe estaba en sus plenos 18 cuando aquel joven apuesto llego a su vida para arruinarlo todo. Quién era y por qué todos los problemas parecian girar en torno a...