La piel de todos se puso pálida.
Volteé asustado viendo hasta el último rincón de la cocina, Eve no estaba con nosotros.
- Es imposible -comencé- Vi a cinco personas delante mío, se supone que yo fui el último que entró a la cocina -dije mientras tomaba mi cabeza entre mis manos.
Perl empezó a temblar y abrazó a Sylvia, Frank no hizo nada más que suspirar y taparse la cara con sus manos y Ray miraba al suelo.
- No podemos pensar lo peor.
- ¿Qué no pensemos lo peor? ¡Por favor, Ray! Una cosa extraña nos estaba persiguiendo y ahora seguramente tiene a Eve, ¿quieres que pensemos en algo positivo? Por que lo único "positivo" que voy a hacer es golpearte en la maldita cara -Sylvia le dijo enojada y abrazó más a Perl.
- ¿Que nos podría haber seguido? ¿Un perro? Te aseguro que Eve puede esquivarlo.
Lo último que hubiese pensado era en eso, porque nada de lo que pasó encajaba en la descripción de un perro, ni el sonido de sus pisadas, ni los golpes que dio, ni la fuerza, tal vez fue una persona... Pero claro, tampoco encajaba en la descripción de un humano.
- No era un perro -miré la puerta que nos protegía- Y no era un humano... no uno normal -susurré.
- ¡Que importa lo que fuese! ¡Tiene a Eve!
- Tiene razón -dije mirando ahora a Sylvia.
- ¿Le vas a dar la razón, Dylan? -Ray se hizo el sorprendido.
- Sí, porque no sé como piensas que un perro es capaz de eso, ¿viste cómo rompió la maldita puerta? ¿Qué clase de perro mutante podría hacer eso?
Ray se dio por vencido y no dijo nada. Yo me quedé viendo la puerta un rato más pensando en qué hacer y cómo solucionar esa situación. Y la única solución que podía ver era regresarnos por donde habíamos venido y buscar a Eve en las habitaciones que ya recorrimos, o abrir la puerta y esperar a que no hubiera nada del otro lado, que era la opción más rápida.
- Chicos, creo que tendremos que abrir la puerta -les dije.
- ¿Y dejar entrar a esa cosa extraña aquí para que nos mate a todos? -Frank se cruzó de brazos.
- Si queremos a Eve de vuelta es lo mejor y más rápido que podemos hacer -se la pensaron un poco pero al final estuvieron de acuerdo.
Tomamos algunas cosas que estaban tiradas en el suelo para poder defendernos en caso de cualquier cosa, algunos trozos de madera y tubos que ya no conducían agua. Ray me ayudó a quitar los muebles que usamos para bloquear la puerta, giré la manija y abrí la puerta unos pocos centímetros.
La vista que tenía no era la mejor, pero no veía nada fuera de lo normal, y tampoco escuchaba nada. Abrí un poco más la puerta y pude sacar mi cabeza, no había nada que se pareciera a algo que nos podría perseguir, pero tampoco estaba Eve. Le hice una seña a los demás para que me siguieran y abrí la puerta por completo, con el pedazo de madera delante mío, preparado para golpear cualquier cosa. Salimos todos de la cocina a paso lento, haciendo el menor ruido posible.
Veía delante de mí, ignorando todo, buscando a Eve, buscando a esa cosa extraña. Di algunos pasos y me di cuenta de que estaba pisando algo líquido, volteé a mis zapatos con el ceño fruncido observando algo color rojo oscuro en el suelo.
Retrocedí sorprendido, con una mano en la boca, alertando a los demás. Ahogué un grito y dejé caer la madera de mi mano.
En el suelo había un gran charco de sangre, de un rojo intenso, casi negro, seguido de manchas más pequeñas delante.
Un sonido agudo se hizo presente en mis oídos, alejándome de la realidad. Podía escuchar los sollozos a lo lejos, sentía a alguien gritar, a otra persona empezar a maldecir, y también, delante de mis ojos estaban pasando miles de imágenes, provocando un mareo por la rapidez con la que pasaban.
Una habitación, toallas sucias tiradas alrededor, objetos de metal, una sombra y mucha sangre.
Sentí unos golpes en mi hombro y reaccioné, tambaleándome de un lado a otro.
- Dylan -Ray me tomó de los hombros- ¿Te sientes bien? -lo miré y asentí con la cabeza aunque no fuera cierto. No podía contestar, parecía como si hubieran sellado mi boca.
- Tenemos que encontrar a Eve -dije con una voz extraña después de mirar a Ray fijamente. Éste hizo una mueca y se le cristalizaron los ojos.
- Dylan...
- Tenemos que encontrarla.
Perl sollozaba en el hombro de Sylvia, mientras que ella intentaba no ponerse a llorar, al igual que Frank, que mordía su labio con fuerza. Ray me miró de nuevo y asintió levemente.
Miré al frente y empecé a caminar, me sentía raro. No me importó pisar la sangre, tampoco que los demás me vieran con duda, que me vieran rendidos, teníamos que seguir.
Pasamos a la siguiente habitación, y todo estaba completamente normal, igual que antes, cada cosa en su lugar, excepto el color rojo impregnado en el piso. Las manchas de sangre seguían hacia adelante. Comencé a caminar más rápido, poniendo distancia de algunos metros entre los demás y yo. Llegué a la siguiente habitación, y era lo mismo, todo estaba exactamente igual excepto el camino de sangre. Cuando quise finalmente a la habitación donde todo ese problema había comenzado, una puerta me lo impidió, y que yo recordara, esa puerta estaba abierta antes. Esperé a que los chicos llegaran al lado mío.
- Aún sigue -señale el piso, donde claramente se veía como la sangre continuaba en dirección a la habitación. Todos estábamos pensando en como abrir la puerta para continuar, hasta que Perl abrió la boca.
- ¿Crees que la llave abra ésta puerta? -dijo en voz baja. Me encogí de hombros y busqué la llave en mi pantalón. Cuando la tuve en la mano, la metí rápidamente en la cerradura, y dejándome sorprendido, abrió.
Miré a los demás y empujé la puerta.
La habitación tenía algo diferente, porque aparte de que ahora era demasiado oscura para poder ver algo más allá de la luz que entraba por la puerta, el ambiente era pesado, pude notar cómo todos nos pusimos nerviosos al sólo abrir la puerta.
Entrecerré los ojos intentando acostumbrarme a la oscuridad y poder ver algo, pero era imposible. Después de varios intentos saqué mi celular, y con la luz que me proporcionaba lo pasé por toda la habitación. Dejé de respirar cuando me encontré con una de las situaciones más horribles de mi vida.
Eve estaba en medio de la habitación, acostada en una posición extraña, con sangre corriendo por todo su cuerpo la cual formaba un charco debajo de ella, con su piel pálida y sus ojos muertos.
Uno de sus brazos, el único limpio, apuntaba hacia una de las paredes. Rápidamente pasé la luz hacia ella, dejándome ver con letras grandes y claras, una palabra pintada con sangre.
'FUERA'
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¡Hola! ¿Cómo están? <3Espero que les esté gustando ^^
Muchísimas gracias por leer, los adoro<3
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Madhouse
Novela Juvenil"- Todo comenzó con una fiesta, una broma y un lugar abandonado." #645 en Novela Juvenil Todos los derechos reservados. No copiar, adaptar o tomar sin mi previa autorización. XimenaArreola.