Catorce

891 99 8
                                    

"Empecé a mover algunos músculos de mi cuerpo, intentando abrir los ojos, pero por alguna extraña razón me era imposible, no podía abrirlos, era como si alguien los hubiera sellado con pegamento, al igual que mi boca, que por más que quería decir algo, no emitía ningún sonido.

Hice tanta fuerza para poder abrirlos, que al momento en el que lo logré, un gran mareo me invadió, haciéndome perder el enfoque que tenía de las cosas a mi alrededor.

Recobré el sentido y pude ver el techo de la habitación, tratando de reconocer el lugar, pero no tenía ni la menor idea de en donde estaba metido.

Sentí una gran presión en mi cuerpo, y cuando quise levantarme de lo que yo creía que era el piso, me di cuenta de que estaba amarrado encima de una camilla, sin ninguna posibilidad de poder moverme ni siquiera mis manos.

Mi corazón comenzó a ir más rápido, y por más que jalé, tiré y quise romper las cuerdas que me aprisionaban, no parecían querer dar de si.

Escuché unos ruidos provenientes de la puerta, que apenas me daba cuenta de que estaba ahí, y me quedé inmóvil. Tenía la sensación de estar esperando algo, pero no sabía muy bien de qué. El picaporte se movía de un lado a otro, para después ceder ante el brusco movimiento y abrirse dejándome ver a quien estaba detrás de ella.

Un médico dio un paso dentro de la habitación. Con un traje blanco especial, guantes, gafas, cubre bocas y un muy peculiar maletín. No podía ver nada de su cara, ni siquiera podía ver sus ojos ya que sus lentes estaban asquerosamente sucios.

Dio otro paso y cerró la puerta detrás de él. Sentía como su mirada me atravesaba, detrás de esos lentes sucios, estaba una mirada profunda, oscura, no podía ver sus ojos, pero podía sentir su mirada perversa sobre mí, y con cada paso que daba hacia la camilla mi corazón se aceleraba más, tenía pánico, quería salir corriendo de ahí, pero de nuevo no pude hacer nada contra las cuerdas alrededor mío. De tanta presión que estaba haciendo para poder desatarme, un líquido rojo comenzó a salir.

Me quedé viendo las cuerdas con aún más miedo, como si con eso fueran a romperse, o como si el médico fuera a desaparecer cuando dejara de mirarlo.

En cuanto volteé de nuevo a ver su cara, ya estaba frente mío, su rostro estaba a quince centímetros de el mío.

Y cuando el cubre bocas se movió un poco supe que estaba sonriendo.

Se alejó un poco y puso el maletín encima mío, para después abrirlo y empezar a mover cosas de aquí para allá, dejándome escuchar el choque de algo metálico.

Quise gritar, moverme, maldecir, patearlo, golpearlo, escupirle, de todo. Pero estaba congelado, como una estatua.

- Quédate quieto, ya pasará -fueron las primeras y últimas palabras que salieron de su boca.

Se rió y tomó un cuchillo, mis ojos no podrían haber estado más abiertos en ese momento, empecé a jadear mientras lo acercaba a mí.

Lo puso en medio de mi frente, lo alejó y lo encajó con toda su fuerza, en ese momento perdí el conocimiento."

Desperté.

Desperté y di un grito tan fuerte que la garganta me dolió, y en cuánto me di cuenta de lo que había hecho me tapé la boca con ambas manos.

Me quedé viendo el techo durante algunos segundos, agudizando mi oído para escuchar si es que algo venía hacia mí. Volteé un poco y un dolor agudo pasó por mi cabeza. Puse mi mano en mi nuca rápidamente, sentí algo húmedo y vi mi mano, estaba llena de sangre.

Volteé un poco la mirada nuevamente y me di cuenta de que dos personas estaban tiradas a un lado mío.

- Ray, Ray... -susurré un poco asustado, olvidándome por el momento de mi herida, Ray estaba boca abajo y no daba señales de querer despertar, Perl estaba igual.

Me puse de lado y empezó a picarlo en las costillas, después empecé a moverlo ligeramente de un lado a otro, comencé a asustarme, realmente no sabía si estaba respirando o no. Me senté y le di la vuelta para que estuviera boca arriba, en ese momento pude apreciar una gran herida que pasaba desde su ceja hasta la mitad de la frente. Al parecer ya no sangraba, pero se veía sangre seca hasta por la mejilla.

- Raymond, por favor, despierta -dije ya un poco más fuerte. Empezó a quejarse entre sueños y pude respirar otra vez, no estaba muerto.

Después de algunos minutos pude despertar completamente a Ray, quien aún estaba un poco desorientado y se quejaba de que tenía dolor de cabeza todo el tiempo.

- No podemos quedarnos aquí expuestos en medio de los pasillos, tenemos que encerrarnos en alguna habitación -le dije cuando se sentó.

- Supongo que nuestra prioridad ya no es salir de aquí -agaché la mirada y sonreí con ironía.

- Nuestra prioridad ahora es no morir.

(...)

Decidimos alejarnos un poco de el lugar en donde estábamos y buscar una habitación.

Moví un poco a Perl en mis brazos para que no se cayera, intentamos despertarla, pero era la más lastimada, tenía un gran golpe a un costado de la cabeza, y seguía sangrando, así que la cargué en mis brazos.

- Por aquí -Ray iba más adelante que yo, se asomó a una habitación y me hizo una seña para que me acercara.

Lo seguí y me metí al cuarto, recosté a Perl en el suelo y entre los dos bloqueamos la puerta con algunos muebles.

Me senté en el suelo y recosté a Perl en mis piernas. Acaricié su mejilla y fijé la mirada en su herida.

- No sé que pasó... -murmuró Ray.

- Yo tampoco recuerdo nada, sólo... sólo recuerdo que estábamos caminando y a Sylvia... -murmuré de igual manera.

- ¿Crees que Perl despierte? -suspiré. La respiración de Perl se hacía más leve, lenta y pausada.

- Realmente no lo sé.

Nos quedamos en un silencio bastante tenso, yo intentaba recordar algo, pero nada venía a mi mente más que...

Toqué mi frente una vez más, esperando encontrar y tocar una cicatriz, pero no había nada, y era lo que más me frustraba, porque se había sentido muy real, demasiado real como para que sólo hubiera pasado por mi mente. Aún podía sentir las cuerdas alrededor de mi cuerpo, y la sangre fluyendo por mi piel... Lo viví, lo sentí...

Tal vez este lugar me estaba volviendo loco.

**************************************


Siento tanto tardarme siglos en actualizar, realmente no sabría como explicar mi ausencia y el cómo desaparezco por tanto tiempo.

Lo siento muchísimo, de verdad, espero puedan entender que a veces la inspiración no viene sola. Espero que hayan disfrutado el capítulo ♥

Les quiero agradecer muchísimo por seguir esta historia, y por preocuparse cuando no me conecto a Wattpad. De verdad muchísimas, muchísimas gracias.

Los amo mucho, y ya les explicaré por que a veces desaparezco tanto tiempo asjalñsaj Y esperen una que otra sorpresita en mis historias esta semana ♥

Son de las mejores personas que tengo en la vida.

¡Feliz Navidad! Espero que se la pasen bonito, aunque muchos digan que lo van a pasar solos, eso no importa mientras estén bien. Y si se sienten así o simplemente quieren hablar con alguien, saben que pueden mandarme un mensaje cuando ustedes quieran, yo siempre estoy aquí para ustedes ♥

Sé que lo repito y lo repito, ¡pero jamás me cansaré de hacerlo! Los amo con todo mi corazón. ♥

xa.

MadhouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora