Capítulo 1. Desapareció.

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La repentina melodía de su celular los interrumpió, en lo que sería una pequeña junta de trabajo o mejor dicho de un nuevo caso. Todos en la mesa se le quedaron mirándolo y él, no pudo evitar sentirse avergonzado por aquello. Lo sacó de su bolsillo para mirar el número que salía en la pantalla, en un comienzo había pensado que sería Edward, puesto que hace una hora atrás había estado marcándole con desesperación, pero no le había contestado ninguna llamada, la única diferencia era esta vez un número desconocido el que lo hacía pensar...

"–contestar o no contestar, sería más de lo mismo ¿verdad?"

Desvió su mirada hacia todos los demás compañeros que se mantenían en silencio ante la melodía del celular que sostenía en sus manos.

– contestare... –informó, mientras se levantaba y se retiraba de la mesa– continúen  –repuso una vez en frente de la salida.

El pasillo era tan largo y por muy extraño sentía esta vez que la argolla en su mano izquierda, ya no era tan necesaria en esos momentos. ¿Había de verdad discutido y enojado con la persona que más quería, por una estupidez de niños? Porque consideraba que estaba trabajando en exceso, ya no pasaba tiempo con el... Aun así después de haber aceptado su error algo tarde, se sentía receloso. El celular dejó de sonar y solo miro el artefacto como si fuese un insecto miserable. Quitándole importancia se dispone a devolverse por donde ha venido, cuando volvió a sonar la misma melodía y el mismo número apareció en la pantalla, no entendía qué era lo que en verdad pasaba, así que tan solamente contesto.

– buenas tardes, somos del hospital central ¿hablamos con Roy Mustang?

Interrogó una voz femenina desde la otra línea, que provocó sorpresa en su interior, sin entender el porqué de aquello, nervios aparecieron.

– si... ¿sucede algo? –respondió con nerviosismo.

La mujer con su pregunta guardó silencio, algo le decía que no estaba bien, algo no andaba bien.

– le informamos que Edward Elric, acaba de tener un accidente...

Eso basto para que su mundo comenzará a derrumbarse. Tan rápido como corto la llamada corrió hacia la sala por la cual había salido, tomo lo que olvidó en la mesa, con la atenta mirada de sus compañeros que quizás no comprenden lo que le sucedía. Ellos no sabían lo que había escuchado por el teléfono, ellos simplemente no se encontraban con la desesperación, el miedo, que el sentía. Ignoro sus preguntas y salía corriendo de aquella sala, corrió como si le persiguiera la misma muerte, cuando simplemente no podía aceptar la realidad.

El auto a toda velocidad, los segundos que pasaban, todo no tenía importancia para el, más que ver que todo lo que había escuchado era un error, un auténtico error...logro llegar al hospital, entro con desesperación, sus manos, piernas, todo pendía de un hilo. Se mantuvo en frente de la puerta por donde saldría el doctor y le informaría del estado de Edward, el sudor frío que caía por su frente, el silencio que se formó en el pasillo, era como si el mundo también estuviera al pendiente de su vida. Se oyen a personas caminar por el mismo lugar por el cual entro, volteo a ver y allí de pies e aturdidos se encuentran Riza, Havoc, Maes, sus mejores amigos. Sus miradas muestran tristeza, un nudo se forma en su garganta y de repente sus piernas parecen no soportarlo más, así que cae sentado en uno de los sillones, mientras sus manos sostienen su cabeza y sus cabellos caen hacia al frente, no lo podía contenerme más, vagas lágrimas comienzan a asomarse.

– Roy... –susurro con tono triste Maes, mientras apoya su mano en el hombro de su amigo.

– dios...por favor no te lo lleves –dice en un susurro ahogado el pelinegro.

Sus brazos y manos tiemblan, por su cabeza no pasa más que la discusión de la mañana que había tenido contra Edward, no sabía si era el remordimiento o el terror de que las otras ideas en su cabeza se hicieran realidad. Riza, se mantenía con una mirada herida. Havoc, apoya su mano en el hombro de la mujer cálidamente, buscando consolarla o tranquilizarla. Maes, se mantenía de pié apoyado a la máquina de comida, justo al lado de donde todos están sentados. Se vuelven a escuchar nuevos pasos provenientes del lugar por donde todos habían pasado, levantó su mirada encontrarme con Winry y Alphonse, no les puedo prohibir el que no estén aquí, pero ni siquiera sabe cómo ellos se enteraron.

Por favor... recuérdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora