Los dos tipos con los cuales había estado peleando le habían dejado claramente débil y agradeció en silencio que ambos gorilas se marcharan cuando la voz desconocida le dijo que ya había tenido suficiente y que su tercer invitado ya había llegado. Lo que realmente no imaginaba era ver caer el cuerpo de Edward como si fuera un simple objeto, no pudo evitar sentirse aterrado ante la idea de haberlo involucrado como también le había sucedido a Riza.
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El dolor le invadió nuevamente en todo su cuerpo cuando lo dejaron caer en el suelo y aquello lo obligó a reaccionar y comenzar a ser consciente. Se sostuvo con ambas manos al tiempo que se separaba del suelo, en un principio pensó que se trataba de un mal sueño o una jugarreta de su pésima memoria, pero allí estaba en el suelo y viendo una mancha de sangre en donde había estado su cabeza hace unos segundos, abrió los ojos lo más que pudo cuando un mal sabor de boca le llegó al recordar el gran golpe que había recibido injustamente por la espalda. Inconscientemente se llevó una mano a la cabeza y verificó que claro, le habían dado un buen golpe al solo sentir la sangre.
– ¡Edward! –la voz de Roy, gritando su nombre le provocó un fuerte dolor de cabeza que ignoro por completo para observarlo a él.
Se fijó como llevaba la ropa con polvo, en lo oscuro que estaba casi todo a su alrededor, en las leves heridas que Roy llevaba en sus puños y su rostro. Apenas podía mantenerse en pie.
– ¿estás bien? –pregunto el pelinegro, preocupado acercándose lentamente hasta él.
Al tiempo que Ed, volvía a sentir una fuerte punzada en su cabeza que lo obligó a desviar su mirada y cerrar sus ojos mientras presionaba sus manos contra el cemento. Era como si el único hecho de escucharlo hablar le atormentara.
Se quedó estático cuando un montón de recuerdos de él y Roy le llegaban a la mente como ondas. Lo recordaba y no pudo decírselo cuando Roy lo tomó por los hombros para volver a preguntarle que si le dolía algo con preocupación.
Si el gran golpe en la cabeza se lo había dado alguien con otro propósito, el se lo agradece sinceramente por esta razón.
– aquí tenemos a los dos culpables de haberme arruinado la vida –hablo una voz de un hombre entre las sombras y la cual al reconocer no pudo evitar sorprenderse– aunque se suponía que uno de ustedes había acabado muerto hace dos años atrás.
Miró el rostro de Roy y apretó su mano sobre la ropa de este para llamarle la atención una vez que estuvo de pies a su lado.
– es Gold Toothed –Roy lo miró extrañado y sin comprender a que exactamente se refería– el doctor que perdió a su hija de cinco años en un secuestro.
Mustang sorprendido se giró a ver de dónde provenía la voz y vio la figura del hombre aparecer entre la oscuridad al tiempo que una inconsciente Riza caía en el suelo, Edward fue a socorrerla cuando una pistola le apuntó y le impidió seguir moviéndose, mientras que otra era apuntada antes de que el tercero reaccionara hacia él.
– ¿me recuerda doctor Edward? Pero que sorpresa. Los años han sido buenos con usted por lo menos, sigue estando igual que la vez que nos vimos bajo la lluvia –comenta el hombre de lentes sonriendo divertido al ver el ceño fruncido de Ed, mientras este se coloca recto y alza las manos.
– no te atrevas a ponerle una mano... –amenaza Roy.
– ¿oh qué? Porque yo tengo más ventajas que usted, oficial Mustang –Habla el doctor apartando su mirada del rubio– ahora mismo debe de estarse preguntando "¿Por qué yo?" y yo le recordaré que fue usted el que dejó morir a mi pequeña hija cuando no hicieron nada para impedir que el secuestrador la matara, y usted Doctor Edward la dejó morir en la operación cuando llegó al hospital toda herida. Ustedes no hicieron nada para ayudarla.
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Por favor... recuérdame.
FanficRoy y Edward, llevaban de casados alrededor de dos años, cuando los secretos y las discusiones están opacando su felicidad y el amor que tienen el uno por el otro, pero ese es el menor de los detalles al momento en que un accidente y la muerte de un...