Capítulo 2. Un funeral.

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A la mañana siguiente preparó todo para la funeraria, había pedido la noche anterior a las oficinas de investigación que revisarán como todo se había desarrollado, ya que no se le fue permitido involucrarse al respecto, así que el caso recayó en otro grupo, los que simplemente llegaron a la conclusión de que solo fue un mal juego del destino y un simple atropello.

Ahora se encontraba tomando cada una de las cosas que Edward había estado utilizando la noche anterior o otras, para guardarlas en cajas que irían a una de las habitaciones vacías de la casa, estaba por pasar a la oficina pero se detuvo al encontrar un pequeño libro que vio en las manos de Ed, un día anterior, sobre la mesa del living, casi pasando por inadvertido.

Lo tomo con una de sus manos, pero al ver caer un sobre de color blanco de este, se vio obligado a dejar la caja en el sillón, para poder recoger el sobre que ya hacía en el suelo. Una vez en sus manos, miró por ambos lados deteniéndose en seco al ver cómo salía escrito con la letra del rubio:

"De: Edward.

Para: Roy."

Dudo un par de segundos en abrir el sobre, pero lo hizo mientras tomaba asiento en el sofá y comenzó a leer...

"Querido Roy.

Primero y antes que todo, quiero pedirte perdón por todos los errores que he cometido y los hechos que te he ocultado, pero no olvides que tú, siempre fuiste mi centro en todo, tú me impulsas a luchar...antes de que me diera cuenta ya te amaba y se me hacía imposible el quitar mi mirada de ti, a pesar de todas las discusiones y el sufrimiento por el cual pasamos, me hiciste feliz, cada sonrisa, cada promesa, cada abrazo, incluso los empujones hacia adelante, gracias por todo, eres lo mejor que me has pasado, no lo dudes por favor.

No eres un mal hombre y mucho menos como tú mismo te describes, quizás un poco arrogante, pero te hace ser tú y ese es, al que yo amo.

La verdad es que jugué donde no debía y esa es una de las razones por la que escribo esta carta, porque no sé lo que vaya a pasar conmigo mañana, no sé, si lograré contarte todo o pedirte perdón por esto y lo otro, desearte feliz cumpleaños y darte el mejor de los regalos que se me hubiera podido ocurrir, aunque llevo mucho tiempo lograrlo.

Eres un idiota, estuviste a punto de arruinarlo con tu desesperación, pero me las arregle y preferí mejor que te enojaras a no saber con certeza si lo había conseguido.

Esta hoja que parece tan desastrosa, no lo niego de verdad, por favor perdóname por este gran temor, llorare primero porque es lo único que puedo hacer, perdóname si las cosas no se desarrollan bien...solo te pido eso, porque como he dicho ya antes, no sé que vaya a suceder, si sale algo mal, quiero que busque la mejor forma de olvidarte de mí y no busques rastros del ayer, no busques respuestas a todo, sabes que a veces lo mejor es ignorar ciertas cosas... eso ya te lo he dicho varias veces ¿no? espero que esta vez me escuches.

Si mis miedos se hacen realidad y encuentras esta carta...Reemplázame y haz una nueva vida, si algo malo me llega a pasar, hazlo lo mejor como se te sea posible, yo te perdonaré y más adelante quien sabe nos reencontremos y nos demos una oportunidad, la soledad no es lo mejor para la vida y el corazón.

Por otro lado, de la cosa que quiero que te des por enterado y que es mi regalo de cumpleaños para ti, adelantado, la he dejado en un lugar en mi oficina o, a flote como esta carta de despedida.

Gracias por amarme.

Edward.

Siempre estarás en mi corazón, siempre serás mi luz...por favor no me olvides."

Por favor... recuérdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora