– ¿Qué somos? Responde –exige.
Pero lo que obtuvo como respuesta fue una vez más, silencio, por lo que su molestia fue en aumento. Parándose de la cama sin importarle si después de esto caía estampado en el suelo, si le dolía o si su corazón se acelera, lo toma del cuello de la camisa blanca la que estaba a medias desabrochada y gritándole en la cara.
– ¿Por qué demonios no dijiste algo al respecto? ¡Acaso tenías pensado ocultarlo sin importarte que yo quisiera saber o no! –mientras veía de cerca el rostro de su acompañante, el cual estaba más que sorprendido.
Guardó silencio por unos segundos y viendo cómo lo miraba molesto y repetía nada más "responde" decidió decir la verdad, como le había estado pidiendo. Desvió la mirada una vez más y luego volvió a centrarse en su rostro para hablar.
– soy tu esposo, nos casamos hace siete años atrás –explica mientras ve como Edward, se sorprende e iba soltando el agarre, bajando su mirada aturdido.
En la mente de Edward, sus palabras parecen repercutir en cada rincón a lo que lentamente fue deshaciendo el agarre y retrocedió dos pasos hacia atrás, sin decir algo e intentando procesar lo oído.
– ¿Cómo?... –susurra, aun en un estado de shock, el rubio al tiempo que observa al más alto a la cara.
– todo es posible, tú mismo me lo dijiste una vez –aclara ya acercándose a Edward, quien se encontraba aún paralizado.
No es hasta que a avanzado lo suficiente para estar enfrente del que se detiene, a lo que Edward reacciona solo limitándose a retroceder inconscientemente hasta chocar con la cama, donde cae sentado y ve como el otro sigue acercándose. Ambos se mantienen la mirada, una desprendiendo sorpresa e confusión y la otra, esperanza e anhelos. Solos, bajo la luz de la luna que entraba por la ventana.
Fue entonces que Roy acorto la poca distancia que les separaba para posar sus labios sobre los de Edward, quien fue sorprendido al sentir como inesperadamente era besado por el que sería su esposo. Intentó negarse, rechazarlo pero había una parte de él, que deseaba aquel tacto y la otra que insistía en pensar que era mentira, pero es debido al último pensamiento que cruza por su mente que lo empuja logrando separarse, pero antes de que de verdad reaccionara ya le había dado una cachetada. Aquello no sorprendió a Roy, quien se terminó disculpando y saliendo de la habitación dejándolo solo. El de menor edad, solo se limitó a colocar su mano sobre sus labios.
Salió directo al patio para respirar un poco de aire y tranquilizarse, tenía ganas de golpear algo o alguien, pero también sabía que de esa manera no solucionaría nada. Fue a sentarse a la banca que en la tarde había compartido con él, dedicando su atención al cielo estrellado, aunque su mente estaba en otro lado. El frío nocturno aún estaba presente y fue este quien logro tranquilizarle, apaciguando el dolor en su mejilla.
Había logrado dormir un poco, pero no lo suficiente como para tratar de ocultar el cansancio. Pronto amanecería, lo que significaba que todo el lugar comenzaría a funcionar, esos eran sus pensamientos cuando su celular comenzó a sonar.
No quería contestar, pero tampoco podría ignorarlo.
– halo, Maes ¿Qué sucede? –pregunto algo desanimado e intentando tocarse el lugar de la abofeteada.
– perdón por molestarte en lo que sería como tu segunda luna de miel –bromeo el de la otra línea, tal vez queriendo aligerar las cosas.
– no es nada, de todas formas estaba despierto...y ¿qué haces tú también trasnochando a estas horas?
– encontraron otro cuerpo sin vida –informa sin más– esta vez el de una mujer. Al sureste de la ciudad, es la cuarta víctima en la semana y por lo que hemos visto en el mapa con las localidades ya enmarcadas van moviéndose, en línea recta. Mismo modo operandi, es el tío asesino serial. Con este serían ya ocho, en un total de solo en seis meses, sin contar con los de los años anteriores...tienes que volver Roy y pausar tu luna de miel –hablo seriamente Maes– este caso se nos está saliendo de las manos.
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Por favor... recuérdame.
FanfictionRoy y Edward, llevaban de casados alrededor de dos años, cuando los secretos y las discusiones están opacando su felicidad y el amor que tienen el uno por el otro, pero ese es el menor de los detalles al momento en que un accidente y la muerte de un...