Capítulo 15. Un posible final.

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Condujo hasta la casa de Maes. Lo primero y mejor era aclarar las cosas con Edward, ver si lo que hubo tenía dirección, porque no podía seguir si no la había. Lo segundo era encontrar de nuevo la estabilidad del trabajo, no era muy bueno el tener un psicópata pisándole los talones, eso podría afectar su vida personal y sus planes...

Edward por su parte había estado la mayoría del día afuera, buscando algo que le trajera recuerdo pero al único lugar al que logró llegar fue a lo alto de una colina en la cual se hallaban los restos de una casa, puesto que está ahora era solo ceniza. Apenas puso un pie en el polvo oscuro apareció la imagen de su madre sonriendo, reaccionando tan solo a agachar la mirada, a lo lejos risas de niños que de seguro eran de él y su hermano, pero todo es silenciado al escuchar como algo caía al suelo, levantó la mirada de golpe y vio a su madre desmayada en el suelo, luego la imagen se desvanece y cambia a una discusión que tiene con su padre, la imágenes de relación que tuvo con Winry, antes de que se fuera dejando todo atrás.

Pero...no había rastro de Roy ¿Por qué no podía recordarlo? ¿Por qué los sentimientos no aparecen?

La frustración fue apareciendo poco a poco, y por hecho las lágrimas se hicieron presente, también todos los sentimientos que tuvo por la rubia, repitiendo en su interior la pregunta:

¿Por qué no hay rastro alguno de lo vivido con él?

Alphonse se había dado la tarea incluso de mostrarle una fotografías de ellos dos juntos y las que mantenía ocultas de su esposa, agregando que el mismo se las había enviado por correspondencia.

Rebusco en su interior, otra vez, deseando que apareciera algo, pero solo había espacios en blanco. No sabía con exactitud quién le diría las respuestas, tampoco encontraba rastros de lo que Roy le había hablado, a excepción de la carta de Tom y el anillo que llevaba en la mano izquierda, el cual se lo sacó del dedo y lo guardó en el bolsillo de su chaqueta para marcharse.

La tarde paso y luego llegaron los dueños de la casa encontrándolo solo a él, por lo que se sorprendieron un poco. A la hora de la cena se sentaron en la mesa para platicar de diversas cosas, de viejos recuerdos de sus niñeces y de los cuales las risas se hicieron presentes hasta que fueron desapareciendo, por la incómoda pregunta:

– ¿Dónde está el?

Hecha nada menos que por Winry.

– no lo sé –respondió Edward, mientras desviaba la mirada a otro lugar.

– de seguro está trabajando en la investigación que nombró ayer –interpuso Alphonse, a lo que se colocó de pies para buscar algo en las cajoneras de la cocina.

– según tengo entendido luego de tu supuesta muerte estuvo saliendo con alguien, pero no sé si la relación se habrá cortado en realidad ¿alguna vez te hablo de ello? –volvió a hablar la mujer a lo que Edward solo muestra asombro, Alphonse al solo escucharla deja su búsqueda y se voltea a ver a su esposa.

– estaba en todo derecho... –respondió Ed, agachando la mirada.

– sí, pero si te amara de verdad no lo habría hecho de inmediato –agrega Winry con malas intenciones, cosa de la cual el menor de los hermanos se pudo percatar.

Lo que ninguno de los tres esperaba era que justo en ese preciso instante llegase el centro de su conversación, que apareciera justo por la entrada de la cocina, sorprendiéndolos a todos.

Roy mantiene una expresión seria, al tiempo que miraba fijamente a Edward.

– Roy...yo... –articulo Alphonse, preocupado por la atmósfera que había ahora en la cocina.

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