Día 7 (Parte 3)

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...poco a poco. Ella se detenía de vez en cuando, para dar un descanso, estaba agotada, su cuerpo temblaba cada vez con mas fuerza, se volvía a cada instante mas frío, pero, sudaba. Conforme se mantenía avanzando por el sendero, los árboles se tornaban mas siniestros, con formas tétricas, su visión fallaba un poco más con cada paso que la chica daba, pero, podía distinguir pequeñas esferas de luz que emergían de las ramas de los árboles muertos, como si de frutos se trataran. Las sombras comenzaban a aparecer allí mismo, en ese lugar. Entre la chica mas se sumergía en la nada, más se alzaban, se volvían visibles, incontrolables, se volvían reales.

Su mano estaba sangrando, una pequeña gotita tras otra, ella veía como se deslizaban sobre su piel, las veía bailar mientras avanzaban lentamente hasta el final y morían al romperse contra el suelo. Su rostro estaba empapado en lágrimas, sus hermosos ojos café estaban inyectados en sangre, las comisuras de sus labios temblaban, no se podía distinguir si se tratase de una sonrisa o de un gesto de tristeza, su frente estaba arrugada y su ceño fruncido. Sus rodillas pegaban a sus pechos, con una mano sujetada a ellas, y la otra estirada, sangrando. La navaja estaba manchada en la punta con sangre, tirada lejos de ella. Taylor se había echo unos cortes. Ella sentía odio. Odio a su padre por haberla abandonado. A su madre, por nunca estar para ella, al menos no como ella quisiera. A sus compañeros por humillarla, por despreciarla, por ser diferente. A ella misma por la estupidez que había echo. Quedarían marcas y ella lo sabía, en realidad no le importaba, su madre de cualquier manera no las notaría, pero, su hermano sí. Pensar en su hermano la destrozaba, ella sabía un poco como se sentía él, y ahora entendía porque lo hacía. Su respiración se agitaba, ella solo quería un abrazo, o un te quiero, las lágrimas rompieron con mas fuerza contra el suelo, ella se acercó a la navaja de nuevo, la tomó fuertemente y suspiró.

El chico estaba sentando en la misma banqueta del parque del día anterior, la había citado a ella para hablar un rato y entender mejor lo que estaba pasando entre ellos, bueno, en realidad entre todos. El sabía que hace poco había terminado una relación, sabía que amaba a la chica, sabía que el dolor no había desaparecido, pero, si había disminuido, los recuerdos seguirían, de vez en cuando lloraría, la extrañaría, pero, no iría a buscarla. Él había tomado la decisión, y se prometió a si mismo de darle su espacio, de darle el tiempo necesario, para que ella y él supieran lo que querían. Mientras pensaba todo esto, allí sentado esperando a Aschley, su decisión comenzaba a parecerle una mala idea, una pésima idea en realidad. Justo cuando iba a marcharse y luego buscar una excusa para justificar su ausencia, su mirada se clavó en aquellos fríos ojos azules. Ella estaba ahí, mirando al chico distraído, intentando descifrar sus expresiones y su mirada ajena a este mundo.

Taylor había echo cortes muy profundos...

Suicidal Silence #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora