~5 años después~
"Los copos de nieve caían lentamente al suelo mientras un joven rubio corría divertido por la calle, atrás suyo corría otro chico de cabello igual y que temblaba levemente, quizás por el frío oh por otra cosa aparte.
El rubio mayor sonrió de oreja a oreja y se giró para tomar a su amigo de la mano, comenzando a correr más rápido entre la nieve que recién caía del cielo. Por los lejos el menor de los dos niños podía escuchar claramente como un violín tocaba a la par de su corrida, dando un toque cómico a los tropezones de ambos chicos y provocando una risa por parte de ambos rubios."
***Un leve golpe en su mejilla logró que su mente despertara al cien. Tweek miró a su alrededor buscando a quien lo molestaba y frunció el ceño molesto al ver a Kenny sonreír de oreja a oreja en su asiento del autobús.
-Ya llegamos Tweek- El rubio cenizo se levantó de su asiento mientras sacaba de la parte superior del techo dos mochilas y una pequeña maleta de color café.
-¿T-Tan Ngh pronto?- Tweek se estiró en su asiento y se sobó ambos ojos con los nudillos de sus manos tratando de despertarse al cien por ciento.
-Amigo, estuviste durmiendo por más de tres horas, créeme si te digo que nunca antes te había visto tan calmado.- Kenny rió suavemente al ver como el rubio volvía a temblar de los nervios. Tweek se levantó de su asiento y le quitó su mochila a Kenny para luego bajar del autobús.
Después de cinco duros años de entrenamiento y práctica para poder entrar a la escuela de artes más prestigiosa de todo Estados Unidos, finalmente Tweek y Kenny habían logrado conseguir uno de los pocos cupos que habían en la escuela al año. Y ahora estaban bajando de un autobús para entrar por primera vez al instituto y para poder comenzar su especialización en la música.
-Antes de Ack ir, quiero comprar un Mgh café.- Kenny miró a Tweek por el rabillo del ojo y asintió con la cabeza mientras caminaba hacia cualquier cafetería que estuviera cerca. Hay viejos hábitos que nunca se olvidan.
Cuando llegaron a la cafetería Tweek se ganó en la fila esperando pacientemente su turno mientras Kenny estaba a su lado mirando de un lugar a otro tratando de no aburrirse al tener que esperar de pie en una fila que según el parecía interminable (siendo que sólo habían cinco personas delante de ellos).
Cuando al fin le tocó a Tweek pedir su café, este le sonrió a la chica que atendía la caja registradora y pidió un capuchino, mientras que Kenny se quedó mirando a la chica de manera seductora y apenas esta le pasó el capuchino a Tweek, Kenny comenzó a coquetear de manera descarada con la chica, Tweek se limitó a mirar a su amigo de reojo y negar con la cabeza, como había dicho antes, los viejos hábitos nunca se olvidan.
-... Entonces ¿Te gustaría salir el viernes conmigo?- Kenny le sonrió de lado a chica y esta se arregló el cabello para luego sonreírle de la misma forma al rubio.
-Me encantaría, pero el viernes voy a salir con mi novio.- La sonrisa de Kenny se borró por unos segundos y luego volvió a tener su pose confiada de siempre.
-Bueno, a mi no me molestaría hacer un tri- - Antes de que Kenny terminara de hablar, el oji verde le pellizcó el hombro izquierdo y lo llevó a rastras fuera del local. Acababan de llegar a la ciudad y no quería ser vetado (como le había ocurrido muchas veces antes) del primer local que visitaban en el lugar. Ahora lo mejor es ir al instituto.