"Sus pisadas resonaban entre la tierra suelta, el pequeño rubio caminaba con un arma en mano y se preparaba para su primer día como cazador.
Tweek tenía miedo, su papá creía que el piano lo estaba volviendo demasiado afeminado y lo mandó a una tarde de caza con él. Pero aún así el pequeño rubio tuvo miedo todo el viaje por el simple hecho de pensar que debía matar a un ser inocente... Y más miedo tuvo al darse cuenta que estaba perdido"
***-¡TWEEK! ¡CARAJO, DESPIERTA O VAMOS A LLEGAR TARDE A CLASES!- El nombrado abrió lentamente sus ojos, examinando todo a su alrededor mientras se refregaba sus ojos con pereza. Kenny le miraba desde la puerta del baño con los brazos cruzados sobre su pecho.
-Sólo cinco minutos más...- Tweek se volvió a acomodar en su cama, abrazando su almohada y volviendo a cerrar sus ojos, con la esperanza de poder volver a caer a los brazos de Morfeo. Kenny suspiró y se acercó a la cama de su amigo, agachándose y quedando cara a cara con un adormilado Tweek.
-Tweek, son las doce en punto.- Tweek abrió sus ojos lleno de asombro y susto mezclados y de un salto se levantó de su cama mientras comenzaba a correr de un lado a otro de la pieza buscando con torpeza su uniforme del instituto.
-¡GAH! ¿¡Y porqué no me despertaste!? ¡¡Llevamos casi cuatro horas ausentes y... Oh, Jesucristo!! ¡Es nuestro primer día en el instituto y ya estamos atrasados! ¡GAH! ¡Oh Dios!- El rubio paranoico tomó una toalla y su cambio de ropa mientras corría rápidamente al baño que tenían en su cuarto y antes de entrar revisó la hora en el reloj de mesa de su cuarto, quedándose como roca al ver la hora.- Kenny... Son las seis de la mañana...
[N/A: se supone que en el instituto se comienzan las clases a las ocho de la mañana y se termina a las cuatro y un cuarto]
-Lo sé.- El rubio cenizo sonrió de lado y se recostó en su cama, mientras ponía sus brazos detrás de su cabeza.- Pero he escuchado que la cafetería tiene un delicioso desayuno y todos salen temprano para poder sacarlo antes que nadie, y que antes de las ocho este ya está completamente vacío - Kenny hizo una mueca de desagrado y miró de reojo a su amigo, quien seguía mirando atontado el reloj de mesa - Hey, tu sabes que a mi también me molesta madrugar, pero también sabes que soy capaz de sacrificarlo todo por un buen desayuno.
-Pero Ack son las seis de la mañana...- El chico adicto al café miró con molestia a su mejor amigo y con toda la fuerza que pudo le lanzó el reloj a la cabeza, haciendo que el oji celeste se quedara en suelo quejándose de dolor.- Voy a Mgh Bañarme. - Y antes de que se fuera, pudo escuchar perfectamente como Kenny decía por lo bajo "Me lo merecía"
Cuando llegaron a la cafetería se dieron cuenta que lo que les contaban era verdad, había una inmensa fila en esta y mucho de los alumnos trataban de ganarse un par de puestos más adelante antes de que la comida acabara (Aunque toda la comida parecía ser acaparada por un joven de chaqueta roja y cierto sobrepeso)
Kenny y Tweek se formaron rápidamente en la fila de la cafetería y sacaron dos bandejas para poder sacar suficiente comida. A pesar que desde su lugar ya veían que no quedaba mucho.
Cuando finalmente lograron llegar a la comida Tweek sacó una ensalada y se sirvió unas seis tasas de café, cada uno de un diferente sabor, y es que ¿quién necesita comida cuando tiene café? Para Tweek sus mañanas eran así, en cambio Kenny, sacó de todo un poco e incluso le pidió a Tweek su bandeja para poder poner unos cuatro pastelitos de frutas. Y una vez los dos se sirvieron la comida rápidamente se fueron a sentar en una de las mesas que estaban en el patio del instituto.