24. Suéter

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"Vamos, todo lo que pido es una simple cita, no te decepcionaré, seré mejor que ese imbécil de Tucker."

Tweek despertó con el ceño fruncido y una gran ola de calor alrededor de todo su cuerpo. Trató de levantarse pero un cuerpo diferente le impedía si quiera mover sus brazos, suspiró rendido y entre la oscuridad buscó el rostro de su amigo.

Kenny dormía plácidamente a su lado, una pequeña sonrisa estaba en sus labios y el chico respiraba tranquilamente mientras lo abrazaba, Tweek no pudo evitar sonreír al ver a su amigo tan relajado.

Apenas había llegado al cuarto Kenny lo había abrazado tan fuerte que temió que le rompiera algún hueso, pero por suerte eso no pasó, el chico llenó de besos su rostro diciéndole que lo había extrañado demasiado y que no podía creer que estuvieron tanto tiempo separados.

Tweek tampoco podía creerlo, pero sabía que el chico no lo decía tan en serio, después de todo probablemente Kenny no lo había pasado tan bien los últimos días, y ahora que había vuelto más feliz y relajado el rubio menor sabía que las cosas debieron ir bien en su casa.

Por eso dejó que Kenny pusiera su película favorita a pesar de que a él no le gustaba, por eso lo dejó dormir en su cama y lo dejó dormir con ese peluche que el rubio más alto tenía y que a Tweek le daba demasiado miedo. Había pasado mucho tiempo en que no veía a Kenny feliz, ahora no quería quitarle esa felicidad por nada del mundo.

Tweek salió de sus pensamientos cuando el despertador comenzó a sonar, trató de moverse y apagarlo, pero apenas alzó su brazo Kenny se quejó y lo abrazó más fuerte.

- Kenny, debo ir a clases - Se quejó Tweek, tratando de volver a levantarse.

Al final de todo (y debido a la gran cantidad de días en que Kenny faltó) el mayor terminaría el semestre dando exámenes libres, lo cual era una ventaja y desventaja al mismo tiempo (si fallaba en una prueba podría repetir, pero por lo menos solo tendría que dar una por materia y no cuatro cómo hubiese hecho antes) y al fin de cuentas ya no tenía asistencia, así que iría a clases solo para pedir la materia perdida.

Pero lastimosamente Tweek no tenía exámenes libres y su asistencia aún corría, así que debía levantarse e ir a clases aunque no quisiera. Así que tratando de mover nuevamente al rubio Tweek se acercó lo suficiente para apagar la alarma, pero apenas la apagó Kenny volvió a abrazarlo y a dejarlo inmóvil.

- ¡Kenny! - Gritó, sabiendo que ahora el rubio sabía que fingía - ¡Déjame ir! ¡T-Tengo tres faltas en historia! ¡N-No puedo faltar otra vez!

- Una más no te hará nada.

- ¿¡Pero qué pasa si repito por inasistencia!? ¡Esa es la peor forma de repetir!

- Existen peores Tweekie, no exageres. - Kenny bufó mientras seguía abrazando a Tweek, quien no sabía si golpear al rubio o patearlo.

- Debo ir a clases- Se quejó otra vez, tratando inútilmente de moverse - Kenny, mi asistencia.

- ¿No tu novio falta todos los días a clases? Tú igual podrías faltar una vez al menos.

Tweek bufó y se cruzó de brazos, era verdad que Craig desaparecía mucho de clases, pero normalmente aparecía en la mitad y por eso los profesores lo dejaban presentes... O casi todos, el azabache sabía a qué clases faltar sin que lo retaran y a que clases no.

- Ya te dije que tengo mis faltas contadas.

- Vamos Tweeeeek, quiero abrazarte un rato más.

- Ya fue toda la noche - Entre un movimiento y otro Tweek finalmente se había separado de Kenny, se había caído de la cama pero había logrado ser libre.

Sueños (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora