"-¿T-Trajiste lo que te pedí?- Tweek temblaba levemente en su lugar. Craig sonrió con cariño hacia su pareja y le revolvió el cabello.
-Un capuchino de caramelo para mi dulce pianista- Tweek se sonrojó ante las palabras de Craig y este simplemente sonrió."Las notas creadas por el piano lograban hacer eco en toda la estancia. El salón estaba vacío y solamente había una pequeña luz iluminando el gran instrumento en el centro.
Tweek estaba sentado en frente del gran piano, tocaba un par de teclas y luego escribía las notas sobre un cuaderno de partituras, se volvía a colocar sus audífonos para escuchar la melodía y volvía a tocar el piano para recrear la música.
Las clases habían pasado increíblemente rápidas en el día, Kenny se había ido a su ya tercera salida con Stan y Tweek había decidido ir a practicar un rato música en el piano.
Los salones solían estar abiertos para la disposición de los alumnos, ya que varios a veces tenían pequeñas presentaciones y las prácticas en los pequeños dormitorios nunca podrían ser una opción.
Cuando el joven rubio finalmente escribió todas las notas en su cuaderno, guardó sus audífonos y su celular y comenzó a tocar el piano siendo guiado por la partitura.
Sus ojos se cerraron al escuchar las primeras notas y sus dedos comenzaron a tocar hábilmente el instrumento. Su mente logró calmarse de todos los problemas que le atormentaban mientras la música seguía inundando el lugar. Las notas se deslizaban suavemente entre sus dedos y sus manos bailaban al compás de la melodía.
Sus temblores se calmaron y comenzó a mover su pierna al ritmo de la música. De verdad adoraba poder tocar el piano, el poder sentir como la música se movía a través de sus dedos para generar melodías tan hermosas lograban que algo en su ser se calmara... Ese era su talento, y ese era su sueño. Crear y vivir la música.
De un momento a otro en su mente apareció el día de la audición. La audición para entrar a este instituto. El se encontraba ahí, parado en medio del escenario con los pies temblando, su vista fija en las partituras y con las lágrimas amenazando por salir.
Sus dedos comenzaron a moverse de manera lenta y dejó de tocar el piano, sus ojos se abrieron y se sintió levemente cegado por la luz. Se refregó sus ojos para dejar de sentir la sensación de las lágrimas y se sirvió un poco del café que tenía en un pequeño termo.
Cuando escuchó unos aplausos a lo lejos su cuerpo tembló del terror y escupió el café por reflejo. Sé giró para ver de dónde provenían los aplausos y su cuerpo volvió a temblar por el nerviosismo.
-Excelente trabajo, joven Tweak- El rubio asintió. La directora Victoria estaba apoyada en el marco de la puerta y una pequeña sonrisa estaba adornada en sus labios.- Me alegra que hubieras decidido darle otro intento a este instituto, tu talento es realmente grande.
-G-Gracias...- Tweek se rascó su mejilla nervioso y miró hacia su piano, dándose cuenta que había pasado a manchar su cuaderno de partituras con el café.
-Si mal no recuerdo usted tenía una presentación a finales del semestre, ¿No?- Tweek asintió ante la pregunta- Pero que yo recuerde, su presentación iba a ser un dúo...
-S-Si- sé apresuró a decir Tweek- con K-Kenneth McCormick, e-el es violinista. - la directora sonrío.
-Claro, un pianista y un violinista, eso siempre hace buena pareja, ¿no crees?- Tweek simplemente asintió- Bueno, ahora debo ir a encargarme con ciertos problemas, espero sigas practicando, joven Tweek.