"El frío viento del invierno chocaba fuertemente contra las ventanas, Tweek estaba en su cuarto mirando los copos de nieve caer mientras en su mano apretaba fuertemente las partituras de piano, hoy era la audición y no sabía si estaba listo para entrar."
Tweek estaba mirando las gotas de lluvia caer por la ventana de la enfermería mientras Bebe atendía de manera tranquila a Kenny.
-Kenny se repondrá- le avisó Bebe a Tweek mientras se acercaba a este.- al parecer sufrió de un colapso, pero estará bien. Aunque no creo que despierte hasta un par de horas, si quieres puedes salir y después yo te llamaré para avisarte si despertó o no, ¿vale?
-E-Está bien...- Bebe le sonrió al chico y ambos se giraron al escuchar la puerta abrirse.
-Oh, hola Tweek.- saludó con cariño una pelinegra vestida de enfermera.- hola amor.- la pelinegra se acercó a la rubia y le dio un pequeño beso en la mejilla.
-Hola Wendy.- saludaron ambos rubios al mismo tiempo. Wendy era enfermera de profesión, ya estaba en su cuarto año estudiando y había comenzado su práctica en un hospital cercano y en el mismo instituto, en el cual trabaja solamente en los fines de semana.
-¿Kenny se volvió a quemar?- preguntó la chica mirando al rubio inconsciente.
-No, esta vez se desmayó- dijo Bebe sonriendo de lado. Wendy dejó escapar una pequeña risa de simpatía.
-Parece que Kenny es propenso a los accidentes- comentó la azabache mirando al rubio.
-Ni t-te lo imaginas- comentó Tweek mirando a su amigo, quien dormía ajeno a todo a su alrededor- V-Voy a salir por un rato.- dijo Tweek saliendo de la enfermería.- Nos vemos después chicas.
-Adiós Tweek- dijeron ambas chicas hacia el rubio. Tweek asintió y se fue caminando hacia su habitación. Se sentía bastante cansado hoy.
***
-.... Y por eso, y muchas otras razones más, espero y te pudras en el infierno- Craig suspiró cansado y volvió a acercar el celular a su oreja.
-También es un gusto volver a hablar contigo Ruby- la chica al otro lado rió sarcástica y Craig pudo imaginar cómo se cruzaba de brazos.
-Y bien, ¿qué es lo que quieres? Porque si no te das cuenta, ya tengo trece años y no estoy de humor para escuchar cualquiera de tus estúpidas mierdas - Craig miró una de las orejeras de su gorro y suspiró pesado.
-Lo siento.- Pudo sentir como Ruby apretaba el celular al otro lado, esperaba y no volviera a mandarlo a la mierda.
-¿Qué es lo que sientes, Craig?- pudo sentir como la voz de su hermanita se quebraba, pero el hecho de que no le cortara indicaba que quería escucharlo.
-Lamento haberme ido, Ruby yo... No fue fácil ¿Okey? Si, sé que estuvo mal tomar el instituto como una excusa para nunca volver y... Perdón, no debí haberme ido y dejarte sola, menos con todo lo que estaba pasando pero...
-Era solamente una niña, Craig- pudo sentir como la voz de Ruby se quebraba- No entendía que era lo que estaba pasando, ¿sabes cuántas veces le hice la misma pregunta a mamá sin saber que eso la ponía de malas? Ella cerró su veterinaria todo el primer año en que te fuiste, todos estábamos mal, y aún así a ti se te ocurrió desaparecer.