Capítulo 2

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Y supongo que la pregunta que más se paseó por mi cabeza en aquellos días fue la misma que no dejo de hacerme día tras día cuando estoy completamente sola y oigo mis propios pensamientos, esos que están tan arraigados en el interior que ni recuerdas que están ahí. Esos mismos por los que pagarías para deshacerte de ellos. ¿Qué pasó con Oliver? ¿Dónde estará? ¿Me odiará? Sobre todo esa última: <<¿Me odiará?>>

Gracias a Brenda, cuando conseguí contactar con ella tras muchos intentos, supe que Oliver había sido uno de los supervivientes. Dejé de tener una presión en el pecho y esa noche pude dormir bien por primera vez en varios días. En realidad hubo más supervivientes de los que se esperaba, eso también ayudó a que un alivio me recorriera el cuerpo. Aunque, realmente, lo único que repetía mi mente sin cesar era lo mismo siempre: Oliver está vivo. 
Cuando por fin nos vimos antes de que nos enviaran a aquel internado en Finlandia me contó cómo pasó todo, cómo la gente empezó a entrar en pánico cuando el edificio estalló en llamas.

>> Anya y yo nos despertamos al mismo tiempo, pero no supimos por qué. No se oía ruido ni nada que nos pudiera haber despertado. Yo bajé de la cama y, entonces, al poner los pies en el suelo creo que lo supe. El suelo estaba caliente, tanto que me encogí del susto; fui corriendo a abrir la puerta. Un humo gris se estaba extendiendo por nuestra planta, salía de las escaleras. Y comencé a gritar, y entre las dos llamamos a todas las puertas, avisando a todo el mundo.
La gente comenzó a salir adormilada, pero cuando se dieron cuenta de lo que estaba pasando entraron en pánico. Estaban asustados y perdían los nervios a cada segundo que pasaba, y ninguno sabíamos qué hacer. De un momento a otro aparecieron más alumnos y profesores por las escaleras, al parecer no podían ir hacia abajo, el fuego lo impedía. Entre ellos estaban Oliver, Gideon, Amber, Holly, Liam y otros más. Oliver me vio y buscó alrededor, y de pronto salió corriendo, y le seguí. Llegamos a tu pasillo y nos encontramos a Siena, que nos dijo muy preocupada que no te encontraba por ninguna parte. Le ordené que fuera con el resto y Oliver y yo, a pesar de ser peligroso, subimos al torreón. Al ver que tampoco estabas allí volvimos con los demás y vimos que estaban corriendo hacia la sala común. Los bomberos habían llegado, uno de ellos estaba con nosotros en la sala, había subido por la escalera del camión y nos decía cómo debíamos bajar. Mientras la gente salía por la ventana hacia la escalera, Oliver y yo gritamos tu nombre en los pasillos, luego nos asomamos a las otras ventanas y probamos de nuevo. En ese momento nos vio Gideon y comprendió lo que pasaba, así que entre los tres gritamos tu nombre hasta que Anya y Guido nos obligaron a preocuparnos por nosotros mismos, nos empujaron a la ventana con la escalera hacia el camión y no nos quedó otra que bajar. Guido creía firmemente que estabas bien, yo solo deseaba que tuviera razón. Dijo que no eras tan estúpida como para no responder a nuestra llamada en mitad de un incendio, pero él no sabe que yo incluso imaginé que no podías oírnos, que te habías quedado encerrada en alguna parte o, simplemente, te habías desmayado con el humo. No quería pensar algo peor.

Una vez fuera eché un vistazo alrededor. Había mucha gente, sí, pero menos de lo que estábamos acostumbrados a ver en el comedor, en los pasillos. Días más tarde supimos que los que no pudieron escapar del incendio estaban dormidos, en los dormitorios de la segunda planta. Según lo que nos dijeron, ellos ya habían muerto antes de que las llamas los abrasaran. Y, aunque fue una tragedia, Alexia, me alegré cuando supe que ninguno de nosotros fuera uno de ellos; que nadie se había quedado dormido para siempre.

Cuando mucho más tarde, ese día, nos trasladaron al hospital para examinarnos, Berg nos dijo que te habías ido hacía horas. Al principio creo que nos enfadamos porque no nos lo dijiste, porque podríamos haber muerto buscándote allí dentro, pero pronto sentimos el alivio al saber que estabas sana y salva. 
Después de eso ya sabes qué pasó. Nos dieron unos días para recuperarnos, nos llamaron e informaron sobre lo que venía a continuación y el traslado a los internados para terminar el curso.

(I'm) Yours: In love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora