Sin contar el día de hoy, 23 de abril, quedan exactamente veinte días para mi boda. Y estoy de los nervios. No he dejado de recibir llamadas estos últimos días. De amigos, familiares, catering, floristería, de mi madre, de Gilda... Hoy, esta mañana, cuando me he despertado, lo primero que he visto en mi móvil han sido unas quince llamadas perdidas de mi madre. Gideon tenía otras tantas de la suya.
En lo que se refiere a todo lo demás... bueno, está todo en pausa. Así podría definirse todo lo que me rodea que no sea la boda. Caitlin y Guido volvieron a París, Brenda y yo seguimos intentado regresar a la normalidad, aunque ella cada día ve más a Halsey. Por otro lado, a Flora apenas la veo, solo en algunas clases en las que coincidimos y normalmente me sonríe al verme, pero no hablamos. Y Oliver... qué puedo decir de él. Ninguno de los dos llama al otro, ni un mensaje, ni un <<Hola>>. Si, por una remota casualidad, nos encontramos, ni nos miramos. Y me duele, pero es lo que he decidido. Solo yo he tenido la culpa.
En cuanto a Gideon y a mí... la cosa sigue igual, incluso va a mejor. Río mucho más con él de lo que podría haber imaginado, incluso he llegado a besarlo en los labios casi incoscientemente. Cuando me separo de él me pregunto por qué lo he hecho o por qué no me ha resultado extraño. Luego me respondo que, quizás, es porque es como debe ser. Porque le quiero realmente como marido y no como el chico con el que me tengo que casar porque sí.
Si en algún momento me hubieran dado una venda para los ojos y tuviera que haberme dejado guiar por él, nunca habría aceptado. Gideon, cuando lo conocí, resultó ser alguien elegante, guapo y popular. Pero también era listo, aprobaba con notas y pertenecía a las clases avanzadas. En ese momento tal vez habría dicho que sí a que me guiara a ciegas. Pero entonces, meses más tarde, descubrí que bajo todo lo bueno había algo más, una parte mala. Una parte bromista, una a la que no le preocupaba dejar en ridículo a los demás. Basándome en esa persona, en la que conocí al completo, nunca me pondría una venda en los ojos. Pero, después de todo estos meses, semanas y días tratando de encajar el uno en la vida del otro, después de saber qué siente por mí y de demostrarme que es verdad, no dudaría un instante en darle a él esa venda y dejar que él mismo me la pusiera. Con sus delicados dedos atando la tela en mi cabeza, su aliento rozando en mi cuello, su calor traspasándose a mi piel. Nunca creí que podría confiar tanto en él como ahora, ni siquiera cuando me confesó lo que sentía por mí me planteé siquiera que podríamos ser una pareja. Una que se quiere y respeta. Pero entonces oí algo, una conversación entre él y Caitlin. Yo no sabía que ella había venido a casa. Iba a entrar en el salón cuando la oí.- No puedo creer que hayas cambiado tanto -decía Cat.
- El amor todo lo puede, o eso dicen, ¿no?
- Gideon, espero de verdad que todo vaya muy bien. Pero no puedo irme sin preguntarte antes algo.
- Adelante.
Pensaba, sin duda, que entre ellos dos una conversación normal no podría darse. Sobre todo estando a solas. Después de conocer la historia entre Gideon y Caitlin yo intuía que su relación era más fría que nunca (aunque ellos insistieran en que seguía como siempre), así que al oírlos hablar me preparé para entrar y acabar con la posible discusión. Aunque, por otra parte, una más recóndita y escondida a la que me negaba escuchar, me hacía desconfiar. Por alguna razón pensaba que Gideon acabaría volviendo a estar enamorado de Caitlin, aunque tal vez nunca haya dejado de estarlo.
- ¿Es un amor sano?
No entendí la pregunta. Y Gideon, por cuánto tardó en responder, o bien no la entendió o bien pensó la respuesta con mucho detenimiento.
- Sí.
Y silencio de nuevo. Me estaba poniendo de los nervios.
- Gideon, sabes cómo de difícil ha sido para Alex llegar hasta aquí. No pienso dejar que te cases con ella si no vas a cuidarla como se merece.
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(I'm) Yours: In love?
Ficțiune adolescențiSinopsis. Tras la repentina marcha de Alexia y el incendio de Abbey College, las cosas han cambiado mucho. Alexia comienza la universidad en Londres, cerca de sus padres, una relación que va mejorado. Por otro lado, su relación con Gideon sigue...