17. Tratados

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|Tratados|

La extrañábamos. Y mucho.

No había pasado mucho tiempo desde que ella decidió dejarnos.

Tony se encontraba aislado, aunque nuestra relación no se veía afectada y estábamos más unidos que nunca, pasaba mucho tiempo encerrado en su laboratorio inventando cosas nuevas e innovadoras para tener su cabeza en otro lugar. Hoy presentaríamos uno de esos, algo asombroso diría yo que años atrás pensaría que era imposible.

Era una presentación para el homenaje de ex alumnos de MIT donde finalmente se anunciaría a quienes tenían la vacante a Industrias Stark por los proyectos presentado en la Expo meses atrás.

Tony se encontraba en el escenario en este momento hablando, o bueno, reproduciendo un recuerdo suyo cuando era joven; se apreciaba a él mismo tal vez de veinte años tocando el piano y una mujer rubia estaba con él, su madre.

Como había dicho, el invento era increíble. Reproducía tus memorias en realidad virtual como si estuvieras en ese momento de nuevo y podían modificarse como Tony había hecho. Lo habría intentado yo misma de no haber sido por los aún escasos recuerdos que tenía.

Había trabajado junto con el Profesor Charles desde hace unos días, perfeccionando mis poderes y yendo más a fondo en lo que a mi memoria se refiere. Todo iba bien, hasta ahora.

Miraba atenta al discurso que Tony estaba dando a los estudiantes, repasando cada palabra tras él haberla dicho.

—¡Vaya! Es increíble —dijo un chico a mi derecha.

—Si, pasó días en su laboratorio perfeccionándolo.

Al parecer él no esperaba una respuesta pues al escuchar mi voz se sobresaltó ligeramente. Intenté verlo a los ojos pero enseguida bajo la mirada. Era tierno.

—A partir de este momento cada estudiante se hizo beneficiario en cantidades iguales de la primera Beca de Fundación Septiembre. Así que todos su proyectos han sido aprobados y financiados. Sin compromisos, sin impuestos, ¡Simplemente replanteen el futuro! —sobresaltó Tony y prosiguió después de la horda de aplausos y gritos de euforia.

El chico se veía nervioso, aún más después de aquellas palabras.

—¿Presentas un proyecto?

Él me miró a los ojos un segundo y después bajó la cabeza.

—Lo presenté en la Expo de hace unos meses. Llevo esperando la respuesta desde entonces.

—Bueno, hoy es el gran día. Suerte —me miró un segundo y sonrío tiernamente.

—Gracias.

Noté que la voz de Tony fue apagándose y se quedó pensativo por un momento. Volteé la mirada hacia la pantalla que dictaba lo que tenía que decir y enseguida noté la razón.

"Y ahora quiero presentarles a la directora de la fundación: Pepper Potts"

Como había dicho, aún nos dolía. Tony se recompuso y se despidió del público como si nada hubiese ocurrido y salió por el backstage. No dudé en seguirlo, sabía que lo pondría mal.

Caminaba entre la gente que comenzaba a amontonarse y a duras penas logré llegar a la puerta de salida. Cuando lo encontré estaba hablando con una señora de tez morena, se veía algo alterada. Supuse que era porque su hijo o hija no habría quedado entre los seleccionados, iba a dejarlos solos hasta que vi que la señora sacó un arma y en guardia fui corriendo hacia ellos, Tony me vio y alzó una mano para que me detuviera, le quitó el arma a la señora y entonces esta cayó en lágrimas .

La Nueva Vengadora: AmeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora