25. El sujeto

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|El sujeto|

Nueva York es la ciudad que nunca duerme, aunque las calles y avenidas se encontraban tranquilas, en los más remotos callejones de los barrios más oscuros siempre ocurría algo.

Peter iba corriendo hacia el edificio, había perdido el tren. Debería estar en la torre Stark hacía quince minutos y no estaba seguro si los Stark aprobarían aquello, seguramente estaba ya fuera del equipo sin estar dentro.

Se podía apreciar el gran letrero brillante desde la calle donde estaba, le faltaban solo dos cuadras y llegaría a su destino.

Pero entonces escuchó un grito, era la voz de una mujer que buscaba auxilio. Se detuvo a mirar la enorme torre donde lo esperaban y miró el callejón donde escuchaba aquello. Dio un suspiro y fue en busca de la dama en peligro.

Era una suerte que aún cargara la máscara que estaría a punto de tirar a la basura, si es que Tony Stark seguía dispuesto a fabricarle una nueva después del retraso que tenía. Se la puso y salto en busca de acción.

Pero aquella acción nunca llegó. Cuando llegó a la escena del crimen otra persona ya se estaba encargando de ello.

-Mira hombre -dijo ella levantando las manos en son de paz mientras el asaltante le apuntaba con el arma- no tengo tiempo para estas cosas ahora mismo, así que por favor deja a la señora en paz y devuélvele sus cosas. Estoy segura que ha pasado por un largo día para que un patán como tú la asalte en este momento.

La señora estaba hecha un mar de lagrimas con un rostro que reflejaba el terror que tenía en ese momento sin embargo, ella logró sacarle una sonrisa.

El asaltante tomó a la señora y la acorraló entre sus brazos apuntando el arma hacia ella. La chica de la máscara no pareció inmutarse y Peter pensó "¿Qué clase de heroina era esta? Estaba a segundos de saltar para detener al ladrón.

-Te he dicho que no tengo tiempo para esto -contestó aburrida- así que hagamos esto fácil; solo suéltala y devuélvele sus cosas mientras yo llamo a la policía para que te encierren.

El asaltante atrapó aún más fuerte a la víctima y esta comenzaba a perder el aire.

-¿Que clase de broma es esta niña? -casi rió- ¿Jugando a ser héroe? Solo por eso le meteré una bala a esta anciana y después a ti para una lección.

-Adelante -cruzó los brazos- sé que no tienes balas.

El asaltante se echó a reír y en un segundo, antes de que Peter pudiera hacer algo, apretó el gatillo en la sien de la señora. Esta gritó esperando a que lo peor pase, pero la bala nunca llegó.

Bueno, la explosión sonó pero a la señora no le hizo daño alguno.

¿Acaso la señora era resistente a ellas? Pensó Peter.

-Te dije -continuó la chica con burla- es una lástima, no quisiste hacer esto por las buenas y tendré que recurrir a la violencia.

El asaltante se encontraba tan asustado hacia la señora que la tiró de lado y lanzaba balas a la enmascarada pero está con solo poner su brazo ante ellas, las hacia cenizas.

Fue todo demasiado rápido y fácil. Un salto y una patada logró derribar al hombre principiante. En menos de dos minutos la policía llegó ¿en qué momento la habían llamado? Nadie más se encontraba ahí.

La Nueva Vengadora: AmeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora