La Nueva Vengadora: Amelia

21. Persecución

|Persecución|

Fue algo raro ¿desde cuándo Tony Stark pide permiso? Eso era lo que había hecho. Cuando me pidió que lo siguiera, entramos a la sala donde se encontraba el secretario de estado.

—No requerimos sus servicios, Stark.

—Si me permite, señor secretario, parece que no todo está bajo su control

Ross apartó la mirada

—Piénselo, Barnes está escapando y si en algún momento logran acorralarlo y abren fuego la cantidad de civiles heridos será máxima

El secretario pareció pensarlo un segundo y dirigió su vista a mi.

—Deme una sola razón señorita para dejarla ayudar en la operación.

—Puedo hacer que todos esos civiles eviten caer heridos. ¿Recuerda como salve su vida hace... —mire mi reloj invisible— ...unos diez minutos?

—Bien —habló serio— me da gusto saber que tiene la sensatez de pedir permiso y no escapar sin este. Habla mucho de su madurez y compromiso a este acuerdo.

En mi cara apareció una pequeña sonrisa de lado hacia su último comentario y salí del lugar.

Ahora me encontraba en una especie de quinjet al estilo ONU, era genial pero no tanto como la de los vengadores. Me preparé para salir estando en posición y abrieron la compuerta, lo primero que vi fue como el soldado del invierno, el sujeto de negro y el capitán pasaban justo a mi lado y salí con mi motocicleta a toda velocidad.

—Un rasguño y estas muerta —habló Tony por el intercomunicador

—No me hagas apagar esta cosa, papi —dije en tono burlón mientras aceleraba— los estoy perdiendo...

—Vuelta a la izquierda, dirección al túnel principal

—Grazie mille —aceleré y tomé la desviación

—¿Qué fue eso?

—Estoy segura de que no fue alemán.

Los divisé a lo lejos y noté cómo Steve iba notablemente atrasado, me burlaría de él después. Entré al túnel, el cual estaba inconvenientemente casi atascado de autos y fui esquivando cada uno de estos.

El soldado del invierno y el "gato negro" como había decidido apodarlo, saltaban por encima de los autos tomando el impulso para ir más rápido. Steve intentaba seguirles el paso, aunque no entiendo con qué fin, pero era casi imposible.

—A tu izquierda

Grité pasando a la derecha del capitán y reí ante la cara que había puesto.

Seguí acelerando aún más y cada vez estaba más cerca de la persecución principal. Agudicé la vista hacia los dos corredores y vi con más detalle el traje del sujeto de negro ¡Era algo increíble! Y esa manera de correr y estar a punta del talón de Barnes era asombroso, le pediría su autógrafo después.

Estaba a pocos metros de ellos cuando noté algo o alguien rozando mi cabeza. Alcé la vista para ver como Falcón volaba sobre mi teniendo claro que su objetivo era yo, pues intentaba tirarme de la moto.

Lo esquivaba dando vueltas bruscamente, pero de una u otra forma volvía a casi acorralarme.

Estaba encima de mi intentado agarrarme y tirarme con sus alas de metal, así que decidí que debía hacer algo. Concentré mi fuerza en mi cuerpo y mi escudo salió por mi espalda lanzando un campo magnético que lo tiró hacia atrás y aproveché para acelerar aún más y perderlo de vista.