La Nueva Vengadora: Amelia

29. El asesino

|El asesino|

Al entrar al lugar había una sola puerta, la que al parecer se trataba de un ascensor que convenientemente estaba en funcionamiento; o este era el peor villano de todos o era uno muy ingenioso.

—Deberíamos separarnos —dijo T'Challa al salir del elevador— entra por la puerta izquierda y yo lo haré por la derecha.

Asentí y seguí sus instrucciones. Los pasillos estaban oscuros y no podían estar de otra manera pues la construcción, que se encontraba escondida debajo de una montaña cubierta de nieve, estaba abandonada.

A primera vista parecía un almacén, el lugar estaba completamente polvoriento y se notaba que llevaba abandonado años, aunque no los suficientes como para que el lugar se cayera a pedazos. Caminé en silencio total, hasta que en una salida se escucharon voces y reconocía a todas ellas.

—Yo creo que hay algo que debería ver, señor Stark —se escuchó por toda el área y yo intentaba encontrar la fuente de aquella voz, pero el video que Steve y Tony estaban viendo había llamado mi atención.

Eran sus padres. Y el soldado del invierno los había asesinado. Conocía a Tony perfectamente y si antes había cambiado de opinión acerca del bando en el que estaba, esto era la gota que había derramado el vaso. Estaba a punto de interferir cuando escuché ruidos más adelante y seguí el camino.

Los pasillos se volvían cada vez más oscuros, hasta que se veía una tenue luz al final de este. El paso estaba tapado por varios escombros y restos de piezas de metal que habían formado parte del equipo del lugar en algún momento y cuando logré entrar a este, una docena de hombres y mujeres se encontraban ahí, como si estuvieran esperando a la carnada que mordería aquella trampa. Y esa era yo.

Nunca fui una persona que correría en estos casos, pero todos se venían contra mi y fue la única vez en la que dudé del poder de mi escudo. Intenté retroceder para ir a avisar a Tony y los que me acompañaban en el lugar, pero un hombre de tez morena se interpuso en mi camino. Traía el rostro serio, todos ellos lo tenían así, como si la falta de emociones se hiciera presente en tan vacía mirada.

Cerré los ojos por un par de segundos y tomé un corto pero profundo suspiro como si aquello me brindara la fuerza suficiente para derrotar sola a doce soldados del invierno cuando sentí su mano encima de mi hombro y abrí los ojos. Sentí una energía en mi rostro y sabía que mis ojos brillaban, eran azules, aún más azules. Y di el primer golpe.

Omnisciente

La pelea entre Tony Stark y Steve Rogers junto con James Barnes estaba totalmente aislada de la batalla que peleaba Amelia con doce súper soldados. De haber sabido del peligro que su hija corría en ese momento, Tony no perdería el tiempo en aquello, aunque sabemos que subestimar a la joven Stark siempre ha sido equivoco.

Steve gritaba a Barnes para que saliera del lugar, él sabía del pasado de su amigo y sabía cómo Tony se tomaba la muerte de sus padres; el que el soldado del invierno haya asesinado a aquellos simplemente no terminaría bien para él.

—¡No fue él Tony! —gritaba con fuerza mientras intentaba detenerlo— Hydra estaba controlándolo...

—¡Quítate de mi camino! —contestaba el otro intentando sacarse para ir en busca del asesino de sus padres.

Rogers atrapó una de sus piernas de metal en pleno vuelo para impedirle el paso y con su escudo destruyo casi por completo este haciendo torpe el vuelo de iron man.