|Shield|
El profesor había retirado lentamente sus dedos de mi cabeza y enseguida abrí los ojos algo confundida e impactada por lo que acababa de ver, entonces caí en la cuenta de que estaba llorando pues Tony me veía de una manera temerosa y preocupada, las lágrimas salían y se arrastraban hasta el final de mi rostro.
—¿Qué ha ocurrido? —preguntó
—¿Quiénes eran esas personas? —susurré apenas audible
—Ellos eran tus padres, Amelia.
—No, mis padres murieron en esa explosión. ¡Lo vimos hace unos minutos!
—No estoy seguro acerca de eso y me temo que no seré de mucha ayuda en ese tema, pero creo saber la razón por la que te buscan.
—¿Cuál es? —preguntó inmediatamente Tony
—Necesitaría hacer unas pruebas antes, ¿podrías hacerlo? —solo asentí con la cabeza pues era la única forma en la que podía responderle.
Salimos de aquel lugar, pero nuestra visita a la mansión aún no había terminado. Bajamos unos cuantos pisos, estaba casi segura de que estábamos bajo tierra, y entramos a una especie de laboratorio. Habían personas con batas blancas que iban y venían aunque no tan deprisa.
El profesor me sacó unas cuantas muestras de sangre sin dar explicaciones del porqué, pero tampoco le cuestioné pues no estaba de ánimos. Visión y Tony se quedaron junto a él y a mi me pidió subir y pedir algo de comer para recompensar la sangre que había perdido y evitar desmayos.
Subí hasta la primera planta de la mansión y entonces me di cuenta de que no sabía a dónde ir. Estuve vagando por gran parte de la casa y estaba comenzando a hacerme el efecto esperado por la falta de sangre.
—Hola —me sobresalté— no luces muy bien.
Era el chico con el ridículo traje amarillo, quien traía una sonrisa carismática y a la vez una mirada preocupada, seguramente mi rostro estaba pálido, aún más que de costumbre.
—El profesor me ha sacado sangre y me mandó a comer una barra de chocolate, pero no encuentro la cocina.
—Oh, déjame guiarte. Es una suerte que mi horario acabó por hoy.
Ridículamente, las cocinas se encontraban a la vuelta del pasillo desde donde estaba. Me sentí avergonzada, supongo que era la baja taza de sangre que tenía, quiero decir ¡nunca me avergüenzo! Algo raro pasaba conmigo y mis emociones últimamente, tal vez el hecho de que los que pensaba eran mis padres en realidad no lo eran fue un detonante a la causa de esta explosión. Necesitaba una distracción.
—¿Ya estás mejor? —preguntó después de que me había acabado aquel trozo de chocolate.
Y sólo asentí con la cabeza, tocaba aquel guardapelo que no me había quitado desde que escapé, eran mis padres, o a los que creía mis padres. Ahora todo resultaba evidente, no había ninguna fotografía mía de bebé. Era capaz de revivir cada momento con los que murieron en la explosión, pero no podía ni recordar el nombre de los que se suponía eran mis verdaderos padres. La cabeza comenzaba a dolerme, no sabía si era por un tema de salud o por algo emocional, pero incluso llegaba a escuchar un sonido molesto que sentía que taladraba mis neuronas.
—Veo que ocupas tus pensamientos, ¿en qué piensas?
—¿Acaso nunca te callas?
—Es difícil, lo siento si te incomoda —no sabía porque seguía ahí.
—Vale, ¿qué quieres saber?
—¿Perdón?
—Es evidente que tienes muchas preguntas en tu cabeza.
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La Nueva Vengadora: Amelia
Fanfiction.La mayoría de los personajes son pertenecientes a Marvel Cómics, la historia es completamente mía y queda prohibido el plagio o adaptación total o parcial a esta. Historia creada: 28-12-15 Historia terminada: 01-11-17 [SIN EDITAR]