La Nueva Vengadora: Amelia

27. Héroe caído

|Héroe Caído|

Nunca me imaginé a mi misma pelear contra los que una vez estuvieron de mi lado. Tampoco imaginé que Steve y yo podríamos tener una buena relación de compañerismo, justo cuando comenzábamos a llevarnos bien, suceden cosas como estas. Rogers insistía en que él no tenía nada que ver en todo esto y que intentaba detener algo aún peor.

Las cosas suceden y las enemistades entre ambos bandos crecían. No estaba segura de lo que estaba sucediendo, pero veía a Clint y Natasha, que eran los mejores amigos, luchar el uno con el otro.

Cada uno tenía su propia pelea y la que ganaba mayor protagonismo era la del paletas y Tony. Entendía a Steve, siempre queriendo el bien mayor y cuando sospecha de una amenaza hacía lo que sea para impedirla; pero también entendía a Tony, frustrado y dolido, se sentía culpable y lo entendía.

Wanda estrellaba a Romanoff contra el ala de un avión, tenía los ojos iluminados color escarlata y era la que más segura de mostraba. Su principal objetivo era Tony, siempre fue él, pero se encontraba dentro de un escudo que había formado sin que nadie se diera cuenta y no podía hacerle nada. El recuerdo de su hermano hacía que todo aquello le resultara fácil, ¿Qué querría Pietro? Ella estaba enojada, porque lo que le había pasado a su hermano fue resultado de una creación de Tony. Era una lástima que el gemelo no podría levantarse en ese momento.

Ella no tenía un solo contrincante, luchaba contra todo aquel del bando contrario y con solo mover las manos lograba derribar al otro. Era sin duda poderosa.

Fue hasta el momento en el que lanzó un pedazo de metal hacia Peter haciendo que este se estrellara y cayera desorientado en el que decidí rendir batalla.

Estaba a punto de lanzar otro vehículo al mismísimo rey, creo que tiene cierta obsesión con aquellos transportes. Lo detuve justo a tiempo para que este no lo aplastara. Wanda se estaba tomando esta pelea muy enserio y no negaría que el brillo de sus ojos comenzaba a dar miedo.

—No tenemos que hacer esto —dije en un momento en el que solo éramos las dos— solo entréguense.

—Ustedes no saben diferenciar lo que está bien y lo que está mal —dijo con su marcado acento— no saben a lo que nos enfrentaremos si no nos dejan ir.

—Puede que no —contesté— pero no somos los únicos con ese defecto.

—¡Me encerraron en mi propia torre! —gritó— No querían protegerme a mi, querían proteger a los demás de mi.

Tony se giró para verme preocupado y con la mirada interrogante, asentí levemente con la cabeza para decir que todo estaba bien.

—Sabes que eres peligrosa, Wanda —en sus manos había formado unas esferas del mismo color de sus ojos y me veía amenazante— la forma no fue la correcta, pero sabes que no puedes controlarlo.

Fue ese el momento en el que sentí que el aire faltaba, como si alguien tuviera sus manos alrededor de mi cuello. Pero ella solo me veía de una manera que no podría describir, esa mirada no pertenecía a la chica huérfana que había conocido.

Sabía que el escudo que había puesto alrededor de Steve y Tony había desaparecido, porque sentí como regresó a mi cuerpo de golpe. Fue entonces que se me ocurrió poner más control en mi mente y sacar a la bruja escarlata de ella. El aire volvió a mis pulmones y entonces yo veía a Wanda como un objetivo más. Su mirada había cambiado, ahora me veía curiosa, pero seguía con el enfado en su rostro.