26. Encuentro en el aeropuerto

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|Encuentro en el aeropuerto|

No pasó mucho hasta que llegamos a Alemania de nuevo. Las calles estaban vigiladas en cada esquina y los soldados cargaban armas de fuego listos para disparar. ¿En que lío se había metido Steve?

—¿Alguna señal?

—He lanzando una onda de rastreo por si lee alguna nave.

—No creo que funcione —respondió Amelia— ¿de dónde sacarían un quinjet?

—Lo dejaremos encendido por cualquier cosa.

Todos daban vueltas alrededor de la nave sin poder hacer nada más que esperar. Amelia creía que era inútil y que en cualquier momento escaparían.

—¿Cómo se te ha escapado la chica? —preguntó Peter a lo que todos voltearon a verlo— Quiero decir, tienes poderes increíbles y Hawkeye bueno, él solo tira flechas.

Natasha levantó las cejas por el comentario del chico y estaba a punto de discutir cuando la alarma sonó.

Todos tomaron sus posiciones y entonces Tony entró a la nave con la armadura puesta.

—Están en el aeropuerto internacional.

No estaban lejos del lugar donde los había rastreado y no demostraba una sola señal de otra nave de parte de ellos. Eso quería decir dos cosas: la primera era que Steve era un inútil, según Amelia, y la segunda era que ese inútil y su equipo intentarían robar el quinjet. Tony pareció pensar lo mismo e hicieron lo posible por esconder la nave para que en dado caso de que pudieran escapar, no irían tan lejos.

—¡Alto! —exclamó Amelia antes de que todos abandonaran la nave— si vamos a hacer esto, hagámoslo con estilo.

Todos quedaron viendo raro a la chica de ojos azules y Tony no podía sentirse más orgulloso. ¿Que era si no una Stark?

—Parker —llamó la chica— haremos tu gran entrada.

Ella sonrió de lado mientras se ponía el antifaz y Peter le devolvió la sonrisa gustoso.

—Muy bien equipo —habló Tony— acabemos con esto.

Y salieron de la nave para llegar a sus respectivas posiciones.

•••

Sharon Carter había sido llamada como una infinidad de cosas, pero nunca traidora. Así se sentía al ayudar al que ahora era un fugitivo frente a las autoridades, pero qué podía hacer. Ella había escogido un bando y se enfrentaría a las consecuencias.

A lo lejos vio acercarse a un auto casi deshecho donde pudo diferenciar las caras de Steve y Sam.

—Vaya que necesitas entender el concepto de un vehículo de escape.

—Es de bajo perfil —se defendió el capitán mientras veía el pobre auto— llaman menos la atención.

—Bien, porque el mío suele llamar la atención —abrió el maletero donde se encontraba el escudo y las alas de los soldados

—Gracias, estoy en deuda otra vez.

—Llevo una lista.

La Nueva Vengadora: AmeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora