Es el primer día de instituto para Jeremiah. Se siente nervioso y está deseando ver a sus amigos para que hablar con ellos. Entran a clase y se sienta con uno de sus mejores amigos.
-Este año tenemos que ligar, que ya estamos en el instituto -dice el amigo de Jeremiah.
-Bueno, se intentará -dice Jeremiah y ambos comienzan a reír.
En el recreo, Jeremiah se fue con un montón de amigos a dar una vuelta por el recreo y, finalmente, se sentaron el las gradas de la pista de fútbol.
Esto es muy aburrido, mejor paso al recuerdo de Jeremiah en el que ve a Sarah por primera vez. Este recuerdo está un poco borroso.
Jeremiah está sentado en un banco y ve a tres chicas de pasar, dos morenas y una rubia. La rubia estaba contando una hisotira interesante. Jeremiah la observa. Piensa que es guapa.
-¡Esa es mi prima! -dice uno de los amigos de Jeremiah- ¡Chloe! ¡Hola Chloe!
Jeremiah desea que la tal Chloe sea la chica rubia, pero no lo es. Las tres chicas se paran y miran hacia donde están ellos. Una de las chicas morenas saluda y rápidamente siguen andando.
-Preséntanos a tu prima y a sus amigas, que son muy guapas -dice uno de los chicos.
-A mi prima ni la miréis.
-Por lo menos a la rubia -dice otro chico.
-En todo caso le diría que me la presentara a mí, ¿no? -los chicos se echan a reír.
Parece ser que Sarah no prestó mucha atención a Jeremiah, pero hay otro recuerdo.
Jeremiah va de camino a su clase con su mejor amigo y Sarah se dirige al gimnasio con sus amigas. Jeremiah mira a Sarah, pero para su sorpresa ella ya lo estaba mirando.
Este recuerdo también lo he visto en la mente de Sarah, lo que Jeremiah no sabe es que después de ese "encuentro" Sarah dijo: "Qué chico más guapo."
-Ya estuve hablando con mi prima -dice uno de los chicos-, nos la va a presentar mañana por la mañana.
-¡Bien!
-¿Por qué te alegras? Si eres muy feo, no le vas a gustar -dice uno chico con gafas.
-En realidad no sé por qué hacemos esto, es obvio que no le vamos a gustar ninguno.
-Incluso tendrá novio.
-No, mi prima me ha dicho que no.
-Pues mejor -dice Jeremiah.
-Aunque no tenga novio no le vas a gustar, Jeremiah.
-¿Y tú que sabes? -pregunta Jeremiah enfadado.
-¡No te piques! ¿Qué pasa? ¿Te gusta?
-Pues sí.
A partir de ahí todos los chicos empezaron a gritar y Jeremiah se puso rojo.
A la mañana siguiente, Jeremiah llegó tarde al insituto y, como consecuencia, no pudo ser presentado a Sarah.
-Te lo has perdido, Jeremiah. Nos han presentado a tu amada, se llama Sarah.
-Para de decir eso. Era broma, no me gusta.
-¿Ah, no? Pues le hemos dicho que la querías.
-¿QUÉ HABÉIS HECHO QUÉ? -gritó Jeremiah en medio de la clase.
-Sí, y por la cara que ha puesto, creo que no le gustas.
A partir de entonces Jeremiah se vino abajo. Poco más tarde, se enteró de que Abby, una chica a la que conocía desde pequeños, estaba interesada en él y al final se hicieron novios, pero siempre se sintió atraído hacia Sarah.
Al año siguiente, el padre de Jeremiah le consiguió una beca de dos años para irse a estudiar a otra ciudad.
Cuando su beca finalizó ya estaba hecho todo un hombre y volvió al instituto en el que se encontraba Sarah para terminar su último año y entrar en la universidad.
Ese reencuentro también fue bonito: Sarah estaba justo en frente de la puerta principal porque quería coger un buen sitio; en cambio, él estaba alejado de allí, hablando con unos amigos. Sarah se giró un instante y, como Jeremiah es tan alto, lo vio. Apenas podía creer que lo estaba viendo. Para Sarah él estaba más guapo que nunca. Jeremiah también la vio a ella y sintió lo mismo, hasta que se enteró de que tenía novio.
La verdad, no sé qué puede pasar entre Sarah y Jeremiah.