CAPITULO 32

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A la mañana siguiente, estaba neutra, solo pensaba en Abraham, y es que aveces los seres humanos llegan a ser tan desalmados, siempre pensando en su bien, sin darse cuenta que llegan a lastimar a los demás. Agradecía infinitamente el hecho de no ser una mortal, agradecía el hecho de no vivir más en ese infierno, y mas que nada agradecía el hecho de poder ser ella misma sin el miedo a ser juzgada.

Bajo a la sala y observó la cabellera de Alonso recargada del sillón, fue hasta donde se encontraba y le dio los buenos días acompañado de un beso en la mejilla.

—¿Como te encuentras?- le pregunto Alonso, Kenia lo pensó un momento, era claro que no quería ocultarle las cosas a Abraham, pero tampoco quería decirlo, ¿que como se encontraba? Pues: confundida, triste, enojada, apenada, miles de sentimientos pero el que más se presento en ella era odio. Odio hacia Belinda, odio hacia Tony y odio hacia ella misma por no tener el valor de decirle.

—Bien.- respondió aunque sabia que estaba mintiendo.

—¿Segura?- Alonso no le creía, ya que la había estudiado tanto tiempo que sabia cuando mentía.

—No.- Alonso, la acerco y la abrazo, podía sentir lo vulnerable que estaba.

—Todo estará bien.- dijo este de vuelta, tratando de consolarla. —Por ahora trata de olvidarte de ese tema.- ella asintió.

—¿vas a hacer algo en la tarde?- le pregunto Kenia, ya que Alonso estaba vestido para salir.

—Si, iré a ver a mi familia, tu deberías de visitar también a la tuya.- Kenia negó.

—Ellos están mejor sin mi.- sintió una opresión en el pecho, no le gustaba aceptar que sus propios padres no la quisieran.

—¿Como sabes eso? Nunca los has visitado, no sabes como se encuentran.-

—Los conozco demasiado bien, es obvio que no se interesaron en lo mas mínimo por mi.- ahora fue Alonso quien negó.

—Piensalo bien, no sera tan malo.- Kenia asintió. —por cierto, es probable que llegue un poco tarde, y no pueda llevarte a ver a Abraham, le he dicho a Jos que te lleve.-

—Puedo ir yo sola no es necesario, el debe estar ocupado.-

—No. Kenia, las calles a esas horas son peligrosas y el no ah tenido ningún inconveniente en llevarte.- Kenia adoraba que Alonso la protegiera de esa manera, es como el hermano mayor que nunca tubo —¿Quieres desayunar?- le dijo Alonso, ella negó.

—Gracias, Alonso pero no tengo hambre.-

—Bueno, tu te lo pierdes.- sonrió y se fue a la cocina.

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Linduras :3

Hasta aquí el capitulo 💜
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Bai 💖

"La Noche" ||Abraham Mateo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora