Narra Kenia
Me quede asombrada al leer aquello, un amargo sabor se formo en mi boca y un gran nudo en mi garganta. Ella me extrañaba...
-Psst...psst...- escuche, observe a mi alrededor y en una de las ventanas se encontraba un señor, vestía de blanco, tenia una barba pequeña y canosa y unos pequeños lentes, era otro ángel. Me acerque y la abrí con cuidado. -Kenia, ¿no es así?- pregunto levantando una ceja y sacando una pequeña tabla con unos papeles. -Fecha de su muerte...bla bla bla.. Objetivo... ¡aqui esta! ¿es tu primera visita?-
-Si.- respondí. El hombre siguió buscando en los papeles.
-Y dime pequeña ¿sabes que hacer?-
-No, solo me dijeron que tenia que visitar a mi familia.- hice un gesto con mi boca.
-Oh ya veo... Bueno, entonces te diré lo que puedes hacer.- tomo uno de sus papeles y leyó algo de este. -Mmmh... Padres divorciados, sin contacto, caso severo de...- pausó en seco como si hubiese dicho algo malo. -esta bien Kenia, te daré 2 pastillas, cuando termines de visitar a tu madre te tomaras una, te llevara hasta donde tu padre, cuando quieras regresar ocuparas la que sobra. No hables con los humanos, las consecuencias no te gustaran. Creo que son todas las recomendaciones.- se notaba el cansancio en su voz. -Y antes de olvidarlo, no llegues tarde a tu casa, una persona te necesita en estos momentos.- y sin mas desapareció.
Esperen un momento... ¿quien me necesita? Oh no... Abraham. Tenia que irme, mire hacia atrás y observe la puerta de donde mi madre había salido minutos antes, vendría otro día. Tome ambas pastillas y las introduci en mi boca, eran ácidas, pero no importaba si me llevarían donde Abraham.
***
En un parpadear de ojos me encontraba nuevamente en mi balcón, estaba alterada, abrí rápido la puerta para entrar a la habitación, Alonso se encontraba sentado en la cama.-Kenia, regresaste temprano, ¿Podemos charlar?- preguntó, me apenaba decirle que no, pero tenia que hacerlo, no tenia tiempo, Abraham me necesitaba.
-Alonso, en estos momentos estoy algo apresurada, ¿Podria ser después?- Él me miro, no se si se había enojado, solo asintió y salio de la habitación.
Tome la primera ropa de mi armario, me cambié y baje a la sala.
-¿A donde iras?- preguntó Jos quien seguía en la casa. Estaba enojada, así que no le respondí, solo me dedique a abrir la puerta, no le pediría a ninguno de los dos que me llevaran, correría hasta llegar a la casa de Abraham. O al menos eso pensé hasta que abrí la puerta, Alonso se encontraba en el auto afuera.
-Sube al auto.- me dijo, y acepte por que la casa de Abraham quedaba algo lejos y si el me necesitaba no podía llegar tarde.
-Gracias.- Dije una vez arriba de este y Alonso arranco.
***
Cuando por fin habíamos llegado, toque su puerta, pero nadie me abrió, toque por segunda vez pero seguían sin atender, a la tercera vez empecé a preocuparme, toque una vez más y nada.Decidí atravesarla como la primera vez que vine. Sin perder mas el tiempo lo hice. No había nadie en la sala, así que subí directamente a la habitación de Abraham.
Gire la perilla...
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"La Noche" ||Abraham Mateo||
Teen FictionÉl salvó su vida. Y ella no con vida salvara la suya.