"La Noche" ||Abraham Mateo||

CAPITULO 6: ABRAHAM

Narra la escritora

Se levanto y abrió, lo que nunca pensó encontrar detrás de la puerta fue a una chica, el la miraba extrañado pero ella a el con una enorme sonrisa.

—¿Quien eres?- Pregunto Abraham, que por dentro sentía algo de miedo, ya que no es normal que entre una chica desconocida a tu casa por la noche y solo se te quede mirando con una sonrisa sin decir nada mas.

—Hola, soy Kenia, un gusto.- extendió su mano para que Abraham la estrechara pero el seguía tan confundido que no le regreso el gesto, Kenia por su parte bajo su mano un poco desilusionada.

—¿Que haces aquí?- pregunto.

—Vine desde México a verte, pero veo que no esperabas una visita.- Kenia hizo una media sonrisa con los ojos llorosos enserio le dolía que la persona a la que mas amaba en este mundo la tratase así. Se dio media vuelta y dio unos cuantos pasos pero se giro de vuelta a la dirección donde Abraham se encontraba.

—Se que has estado llorando, y que tienes problemas lo puedo notar en las fotos que subiste a tus redes sociales, y quiero decirte que no estas solo. Y te recomiendo algo, cuando llores no te toques los ojos con las manos sucias eso hace que los ponga rojos como en este momento los tienes tú. Y para quitarte la hinchazón y las ojeras ponté unas bolsitas de té de manzanilla.- Ella dijo esto echa un mar de lágrimas. Hacia tanto que no lloraba así pero enserio le dolía que la persona que mas ama en este mundo no se interesara lo mas mínimo por ella.

Abraham no se creía lo que aquella chica le dijo ¿como podía saber tanto si no se veía de una edad de menos a quince años?

—Espera.- Dijo Abraham —lo lamento, hoy no tuve un buen día.

—Tranquilo.- dijo Kenia.- yo tampoco hasta que te vi.- dijo esto, dio media vuelta y se encamino hasta las escaleras dispuesta a irse de aquella casa, era obvio que no se iría nunca al cielo, pero bueno trataría de acostumbrarse al menos podía hacerse visible.  Mientras tanto Abraham se sentía un idiota por no dejarla hablar, por no haber estrechado su mano, por averle negado cumplir su sueño a alguien, y aun mas idiota por que ese alguien era una Abrahamer.

—Espera.- Repitió el chico y la alcanzó en las escaleras.