Narra Kenia
No pude contenerme las lágrimas brotaron de mis ojos, era tan bello todo aquello que Alonso me decía, lo abracé fuerte y el me correspondió.
Mi mente se relajó, aunque una pequeña y muy escondida parte de mi sentía que algo andaba mal.
Alonso estaba apunto de encender el auto pero se detuvo ante mi llamado.
-Mira Alonso, es Belinda.- señale la entrada del hospital poniendo mi dedo en el cristal de la ventana. -Se está marchando, ha dejado solo a Abraham.- dije con un notable coraje. -¿Me ha dicho que me marchara para que ella se fuese también? Que sin vergüenza, no puedo creer que sea así con él, me molesta que meta nuestros problemas por encima de Abraham. Basta, no puedo con esto.- el coraje se había consumido hasta la mas mínima parte de mi, sentía como mi sangre se calentaba y por primera vez haría aquello que siempre deseé.
Jale la manija de la puerta y salí del coche, Alonso trataba de decir algo pero no era audible para mi, estaba tan molesta que ya ni siquiera pensaba con coherencia. Caminé por el largo estacionamiento, y me planté justo delante de ella y una sínica sonrisa apareció en su rostro.
-Eres una.- no pudo terminar su frase por que ya le había dado una abofeteada que le dio vuelta a su rostro, acto seguido llevo su mano a la zona del impacto.
-No, callate y escucha, que la única imbécil aquí siempre has sido tú.- trató de regresarme el golpe pero sostuve su mano. -Hiciste de mi vida un infierno, todos me detestaban gracias a ti, me dañaste física y mentalmente durante años solo para llenar ese vacío dentro tuyo que era al igual que el mio la falta de atención, hiciste de mi vida una completa mierda.-
-Tu vida ya era una mierda, siempre tan sola, y si vienes aquí solo para echarme en cara esto, en ves de mostrar impotencia se nota tu debilidad a kilómetros.- dijo pero hice caso omiso a sus palabras y le di otra abofeteada.
-Te dije que te callaras y que escucharas.- Y ahora su rostro se le notaba sorprendido. -Hiciste conmigo lo que se te dio la gana y lo peor fue que te tenía tanto miedo que no me defendí y deje que me pisotearas una y otra vez... pero no vas a hacer lo mismo con él, no mientras yo este aquí.-
-Pues eso no es problema.- dejó caer su puño en mi labio partiendo por completo el inferior, dirigí mi mano y la zona palpitante, ella tomo ventaja y me empujó, haciendo que mi cuerpo se impactara contra el frío y duro suelo donde sus patadas quemaban mi estómago.
«no hay dolor, no hay dolor» me repetía a mi misma mentalmente pero a quien engañaba, al estar frente a un mortal podía hacer y sentir cualquier cosa al igual que ellos.
-Es bueno recupera viejos vicios.- logré escuchar y otra patada llegó. Pero mi paciencia se había agotado, con la última fuerza que había dentro de mi, me levante, estaba a punto de golpearla de nuevo pero Alonso llegó Separándonos por completo.
-Pequeña perra.- me dijo Belinda pero logré escupir en su rostro un poco de saliba mezclada con la sangre de mi labio. Alonso me tomo por la cintura tratando de no hacerme daño y me llevó al auto en contra de mi voluntad. Vi la sombra de Belinda alejarse.
Una vez dentro del auto, Alonso lo encendió y salió del estacionamiento.
-Kenia.- comenzaba a parlotear pero lo interrumpí.
-Ya se que estuvo mal Alonso, no hace falta que me regañes.- Se notaba el fastidió en mi voz.
-Claro que estuvo mal pero te iba a decir que me agrado la actitud posesiva que tomaste y que cuando le escupiste las ganas de también hacerlo no me faltaban.- se acerco a mi sin dejar de ver el camino y saco de la guantera un rollo con papel higiénico. -Ten, tu labio sigue sangrando.- Una Sonrisa se apareció en mi rostro, me dolía todo el estómago al igual que el labio, pero la felicidad de poder haber tomado un poco de venganza nadie me la quitaba. Se sentía como si yo hubiese cobrado su propio Karma.
-Gracias.- corte un poco de papel y lo coloque en mi herida.
-Pequeña loca.- dijo poniendo su mano en mi cabeza y moviéndola haciendo que mi cabello se alborotara.
Al cabo de unos minutos llegamos a la casa, baje del auto junto a Alonso y este tocó la puerta, sabía que Jos estaba adentro pero trataría de no darle importancia.
Cuando abrió la puerta entré después de Alonso quien se fue a su habitación, planeaba hacer lo mismo, subir a mi cuarto a descansar un poco, pero las abrumadoras preguntas de Jos aparecieron.
-Kenia.-se le escuchaba sorprendido. -¿Que te ha pasado en el labio?-
-Nada con importancia, solo es un rasguño.- trate de llegar a las escaleras para poder subir, pero no me fue posible.
-¿Un rasguño? Nada de eso, iré por el botiquín.- comenzó a caminar hasta el baño, después de todo no era malo tener a alguien que se preocupará por ti, era como si Jos y Alonso fueran mis padres.
"Mis padres" Que bien sonaba eso, "Mis padres se preocupan por mi" Eso se escuchaba aún mejor, me hubiese gustado escucharlo cuando... No te permitas ilusionarte.
Jos regresó con una caja en sus manos y me pidió que me sentara frente a él. Puso el botiquín a un lado y se acercó a mi, tomó un algodón y le roció un poco de alcohol.
-Arderá un poco.- dijo y yo asentí en respuesta. Se pego un poco más a mi y lo colocó.
-Sss...oucht... Arde.- retiro un poco el algodón y comenzó a soplar alivianando el ardor.
-¿Mejor?- me preguntó.
-S-si- conteste tartamudeando un poco y sintiendo como mis mejillas tomaban otro tono, lo tenía tan cerca mio que me fue imposible no ponerme nerviosa.
Su mirada se encontró con la mía. Joder, esos ojos eran una perdición, las pestañas largas y delgadas como el hilo de seda, me encontraba en un trance.
«Kenia, no lo hagas. ¿Que pasa con el beso que te dio Abraham? » A la mierda, a él se le notaba arrepentido de aquello además de que su corazón ya estaba ocupado.
-Kenia... Yo...- Jos habló, pero se le notaba nervioso. -Estoy tan seguro de que podría besarte.- Susurró, pero era obvio que lo había escuchado.
-Hazlo, por favor.-
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Hola Anacornios 7u7
Lamento dejarlas así, es que fue inevitable.
Espero que haya sido de su agrado el capítulo, en especial lo de los golpes, había querido escribir eso desde hace muchooo!
Las jamo, bai🌚
-Las lindas nalgas de Abe
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"La Noche" ||Abraham Mateo||
Teen FictionÉl salvó su vida. Y ella no con vida salvara la suya.