Narra Grey.
No puedo creer que llegara este momento en donde todo se está revelando como una bola de nieve arrastrando todo a su paso sin poder detenerse. Muchas cosas se deben resolver entre ambos, que han ido acumulándose con los años entre ambos, creando esta brecha oscura que existe. Viendo el ambiente que se formó a mi llegada aquí, no es obvio saber lo difícil que va a ser esto. Una parte de mi pensó que ella lo tomaría bien sabiendo que estuve al pendiente de ella. Verla actuando así debe estar pasando su mente por mucho, procesar todo en muy poco tiempo, es complicado. Se contuvo de no tratar de colapsar, evitó indagar más en los hechos. Observar cómo sale de la casa tratando de entender ella misma todo, sigue cargando con todo, otra vez. Quiero ir tras ella, mis piernas quieren correr a su lado y resolver todo platicando entre nosotros.
A veces pienso en que jamás debí haberme enterado de nuestro pasado familiar. Debí desde un principio haberme unido a ella. Si me hubiera quedado a su lado, todo hubiera sido muy diferente, pelear juntos contra Osword, pero a cambio de eso hice todo por mi cuenta, fui egoísta al tratar de resolver las cosas yo mismo. Tengo que dejarla que piense las cosas por ella misma, sin la necesidad de yo interponerme en eso. Le daré su espacio para que ella sola decida si me deja entrar a su vida de nuevo.
La sensación de las miradas fijas de todos mirándome como si quisieran matarme en ese momento estaba rodeado de lobos furiosos que quieren comerse a la oveja que acaba de cruzar el cerco que los separaba ¿Cómo haría para que ellos confiaran en mí? comencé a caminar hacia una esquina de la casa que junto a ella había una ventana, me quedé ahí parado observando por la noche oscura tratando de tener visibilidad cuando Rad volviera. —Solo a ella debo convencer en este momento—. Observando silenciosamente desde un rincón.
—No intentes ir con ella—Kou decía mientras se acercaba a mí con un botiquín para curar las heridas de mi rostro. Había olvidado que él estaba aquí. Escucharlo me hizo recordar que es lo más importante que tengo en mi vida. No sé porque él esta con Rad, ni cómo es que se conocieron, me alegra mucho que este aquí. Me hace sentir seguro.
—Hablemos...—su voz firme se escuchó fuerte y claro al momento que me dio el botiquín en mis manos y con esa mirada de seriedad en sus ojos podía anticipar su regaño. No podía negarme a su petición, así que solo asentí con la cabeza y comencé a ir hacia una parte de la casa aislada de todos rodeado de silencio, solo nosotros dos. No dudo ningún segundo cuando comenzó a hablar como él lo hace.
— ¿Qué estás haciendo? ¿Qué está pasando por tu cabeza?
—Muchas cosas que tú no entenderías hermano.
—Grey... déjate de estupideces, entiendo perfectamente que hiciste todo eso por ella y no tengo ninguna queja de eso. Nunca te cuestionaría el ayudarla. Lo que si no te apoyo es la manera en que lo hiciste. Acabas de cometer el peor error de un militar... ¿Por qué si sabes que acaba de suceder?... ¡Traicionaste! Ellos no se quedarán quietos, vendrán a matarte. Tienes un rango alto y con una gran reputación que tu nombre suena en todas las instituciones. Conoces tantas cosas de ellos, eres una mina de información que está por ahí en las calles vagando sin una correa.
—Estoy consciente de eso y asumí ese riesgo.
— ¿Y qué hay de nuestro padre?
—Él no tiene nada que ver en esto.
—Tiene mucho que ver Grey... Él siempre ha sido un blanco fácil por su estatus al mínimo error de uno de nosotros, es el camino que van a tomar para atacar y sacarlo de su posición en el ejército... Vendrán por nosotros en cualquier momento.
— ¿Nosotros? —Me sonaba que se incluía en esto.
—Es probable que vengan por mí.
— ¿De qué hablas?... No debiste involucrarte Kou. —Reaccione a lo que estaba diciendo. No podía creerlo.
ESTÁS LEYENDO
G.R.A.Y
ActionEn el segundo libro de la serie R.E.D: G.R.A.Y la tensión se convierte en una fuerza palpable cuando Rad, la líder rebelde, desencadena un ataque sorpresa que sacude los cimientos del gobierno del presidente Fred Osword. Con el país al borde del cao...