G.R.A.Y

Capítulo 72: Escombros

Son las 4:14 am. Me retorcía en la cama, atrapada en una maraña de pensamientos intranquilos. El insomnio es inoportuno en este momento a estas horas de la madrugada. Sumida la habitación en la oscuridad total y con un silencio solo el del reloj avanzando cada segundo. Pensamientos resonaban en eco constante en las paredes de mi mente.

No podía soportarlo. Con sigilo me deslice de la cama, me pongo los tenis y tomando la sudadera mientras trataba de colocarla sobre mi evitaba de no hacer ruido al abrir la puerta de la habitación, con mucha cautela de despertar a los demás que yacían descansando después del largo día que hemos tenido. Pasos lentos y sin fuerza cruzaba por el pasillo principal del segundo piso hacia las escaleras. Con éxito, recorrí la sala de estar en medio de la oscuridad llegando a la puerta principal. Sin más que tardar salí por la puerta colocando de nuevo el cerrojo.

Me quede inmóvil allí por unos minutos con la mente en blanco observando la luna. Necesitaba aire y una hermosa vista para pensar un poco. Me senté en la silla del exterior arreglándome las manos un poco con la sudadera, estirándola para cubrirlas. Mis pensamientos y preocupaciones inquietos parecían disolverse al paso del tiempo que observaba la oscuridad de la noche, observando el cielo despejado con estrellas por todos lados.

La ciudad dormía, pero yo me abatía de problemas. La brisa fresca me recibió con cariño envolviéndome en ella. Lo único que pensaba es en ellos. No sé porque me invadía estas emociones si sabía perfectamente que ellos están bien. Un vacío se formaba por una posibilidad en la que yo podía equivocarme. ¿Dónde están ahora mismo? Ninguno se ha contactado con nosotros ¿porque soy la única de todos aquí que no puede dormir sabiendo eso? Ellos están tan tranquilos pero yo no puedo estar así. Estoy formando una tormenta ahora mismo dentro de mí.

—No sabía si debía venir aquí— Las palabras de Grey vinieron detrás de mí. Había olvidado esto. No hemos tenido esta plática después de todo lo que había sucedido.

—¿Cómo sabías que estaba aquí afuera? —tu mamá nos dijo que cuando algo te molesta sueles salir en la noche a despejar esos pensamientos. —Se ve que te ama mucho.

—Si, creo que no lo había notado hasta ahora. De pequeña creía que me odiaban, miraba todo de una forma diferente y no lo comprendía, pero míralos ahora ellos están rompiendo las reglas por mí.

—Es lo que una familia hace ¿Puedo sentarme? —Con una voz tímida me preguntó al acercarse a la silla junto a mí.

—Entonces ¿estaban vigilando? —dije directamente después de verlo sentarse para romper un poco esa tensión que teníamos él y yo.

—La mayoría de los que están en esa casa tenemos un sueño sumamente ligero con pequeños ruidos, ventajas de ser un militar siempre estar alertas. Pero no fue así, estaba en la cocina tomando un vaso de agua cuando te vi caminando delicadamente pasando a oscuras por toda la sala de manera sospechosa y te vi sentarte aquí.

—No podía dormir.

—Rad, quiero disculparme por todo lo que ha pasado entre nosotros. Lamento lo del ejército, lo de Fred Osword, y de desconfiar de ti por un momento, hice las cosas complicadas para ti. Estoy avergonzado por haberte golpeado, meterte en apuros, de apuntarte con un arma y de casi tratar de matarte por accidente. Son tantos errores que no espero que me perdones. Hice las cosas mal, no importa por donde lo veamos yo no supe afrontar tantas cosas a la vez. —sentí como él me miraba, trataba de no ser grosera con él. Aunque estemos hablando tranquilamente, verlo me hace sentir enojo. Un incómodo silencio envuelve la atmósfera entre ambos después de que él hablara. Me di cuenta en ese momento que ya no es lo mismo que antes, se perdió esa chispa que teníamos cuando nos veíamos. Ese juego de vernos con la mirada y sonrojarse de manera tonta y linda ya no estaba. La manera de sonreír por todo lo que decía, el efecto de nerviosidad que me provocaba al tenerlo a mi lado ya no lo sentía. Solo veo a una persona que conocí hace años y que la he vuelto a ver después de mucho tiempo, un amigo.