¿Yo una vampiro? |Niall Horan y tu|

CAPITULO 1

-Corre y llévala lejos de aquí, no dejes que la encuentren-decía una mujer con lágrimas en los ojos a un chico de cabello castaño y ojos azules.

-La protegeré con mi vida, prométeme que estarás bien-respondió el chico con la mirada fija en los ojos llorosos de aquella mujer.

La mujer quedo en completo silencio y bajo la mirada, el chico sabia que sería la ultima vez que la vería con vida.

-Cuídala bien-fueron sus ultimas palabras.

El chico empezó a correr y dio una última mirada a la mujer que estaba tendida en el suelo, debatiendo entre regresar o seguir adelante sin importar lo que pudiera pasar, pero era demasiado tarde, una silueta había llegado a tomar el corazón de aquella indefensa mujer.

El chico empezó a correr a una velocidad sobre humana, pronto se encontraba en las afueras de Londres, en una casa de aspecto terrorífico.

-Bueno hermanita esta será nuestro nuevo hogar-dijo inspeccionando el lugar-o al menos hasta que te encuentre un lugar seguro-agrego viendo a la pequeña que tenía en brazos.

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"Otra vez ese sueño, parece más un recuerdo cada vez que lo sueño."

-¡Cariño, baja a desayunar!-oí gritar a mi madre desde la parte de abajo.

-¡Ya voy!-conteste de igual manera.

Me levanté perezosamente de mi amada y cómoda cama e hice mis necesidades, me puse algo cómodo, revise que todo estuviera en orden y baje las escaleras, mamá estaba sirviendo el desayuno en la mesa, mientras papá se encontraba leyendo el periódico en el sillón de la sala.

-Buen día familia-dije plantadole un gran beso en la mejilla a mi papá.

-Hola cariño, ¿como amaneciste?-pregunta mi madre mientras sirve el jugo recién exprimido.

-Volví a tener ese sueño extraño-ambos me miran confundidos mientras tomaba una de las sillas del comedor para poder sentarme a desayunar-el sueño en el que asesinan a una mujer frente a un chico de cabello castaño, cada vez se siente tan real, como si en realidad hubiera estado ahí-dije finalmente sentándome.

Mis padres solo se miraron preocupados.

-¿Que ocurre?-pregunte mientras me ponía un pedazo de tocino en la boca.

-No pasa nada-contesto mi madre rapidamente con una sonrisa forzada-¿quieres algo más para desayunar?-pregunto cambiando el tema.

-No, estoy bien-respondí un poco confundida por el comportamiento de mis padres-me iré a cepillar los dientes y me iré a la escuela.

Abandone el comedor aun confundía, cepille mis dientes rápidamente y mi nido de ratas que llamo cabello por igual, me despedí de mis padres y me encamine a la escuela, nunca me ha gustado ir a la escuela, esta llena de niñas huecas y chicos creyéndose la gran cosa, mis padres piensan que la amo y que tengo millones de amigos, pero en realidad solo me aparto de los demás, prefiero estar sola que mal acompañada.

Últimamente me he estado sintiendo observada, como si alguien me siguiera cada vez que salia de casa y este momento no era la excepción, comencé a mover mi cabeza en todas direcciones pero no veo a nadie, a veces siento que me estoy volviendo loca.