Quédate conmigo

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NOTA DE LA AUTORA: La canción que puse se adapta perfectamente a la historia. Si desean pueden escucharla mientras leen!

                                                          ¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!

     Sonó estrepitosamente la alarma, recordándole a mi adolorida cabeza que el maldito lunes había decidido aparecer. 

— ah, nooo — Me enrollé aún más en las cobijas. Me negaba a salir... Pero la maldita alarma era persistente.

     ¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!

     Maldición, me puse lentamente de pie y la apagué. 

     Me estiré y froté mis ojos en un intento por quitarme las ganas de seguir durmiendo. El fin de semana sí que me había dejado agotado; después de esperar una hora a que la nieve se calmara decidimos ya no ir al concierto, quería ver a Coldplay pero el clima se podía poner peor. Después de todo no había resultado una decepción porque había tenido la oportunidad de hablar (solo un poco) con William. Con concierto o no esa noche no fue... aburrida. 

     Me encaminé al cuarto de baño. ¡Nada como una cálida ducha tempranera! Sí, eso siempre hacia que el sueño huyera de mi cuerpo y me dejaba bien despierto. Luego de ducharme me puse unos pantalones vaqueros color gris oscuro, unos negros botines y un jersey celeste y rápidamente salí corriendo de casa.

     Ya llevaba un buen rato corriendo, y no había sudado ni un poco, culpa del frio devastador. Cuando casi llegaba me di cuenta de que había olvidado mis guantes. MIERDA. Mis manos empezaban a entumecerse y estaban tan blancas como el marfil.

— ¡HALLEN! —  Escuché que alguien gritaba mi nombre desesperadamente y naturalmente voltee para ver quién era. Era Yui, la rubia atrevida y psicópata que me había invitado al Karaoke la última vez.

     La chica venia corriendo a tanta velocidad hacia mí que...

— ¡Detente! — Le grité, retrocediendo pero ya era demasiado tarde. 

     La chica se había lanzado a mí. ¡MIERDA COMO SI NO PESARA NADA! Me había lastimado y me estaba apretujando con fuerza. ¡Vaya, para ser una pulga psicópata sí que tiene fuerza! Intenté desesperadamente apartarla de mí, pero entre más lo hacía más se aferraba a mí. QUE MOLESTIA. 

— Yui ¡Noo respiro! — Le dije; sin embargo no se apartó. No quería lastimarla pero si no se quitaba tendría que tomar medidas.

— ¡Hallen como te extrañe! — Farfulló atrayéndome más hacia ella. ¿QUÉ SE CREE PARA TOQUETEARME ASÍ?

     Sniff, sniff ¿pueden olfatear eso? ¿No? PUES YO SÍ Y HUELE A RUBIA HORMONAL.

— Yui — Dije alejándola de mi con fuerza, pero sin lastimarla — Si no vamos rápido al instituto no nos dejaran entrar. 

     ALEJATE PSICOPATA.

— Ahh, cierto— Se apartó de mí, de mala gana. Finalmente era capaz de respirar —  Pues te acompaño al instituto.

     ¿POR QUÉÉ?

— Vale — Respondí en un tono de "vete". Pero ella no comprendió.

     Cuando habíamos cruzado la puerta del instituto me logré escabullir, la chica no lo había notado. Aunque eso realmente no me importaba. La había dejado hablando sola, aunque tarde o temprano se tendrá que dar cuenta que no me interesa hablarle a chicas de su tipo. 

     Llegué a la clase, buscando con la mirada al tonto de Will... pero no estaba. ¿Había decidido saltarse la clase de cálculo? eso era extraño. 

¡No me voy a enamorar! (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora