¡No me voy a enamorar! (Yaoi)

Ganar o perder

William:

— Puedo explicarlo.

     La mirada del padre de Hallen era indescifrable, no sabía si estaba molesto, asqueado, decepcionado o aterrado; aunque cabía la posibilidad de que el hombre estuviese sintiendo todo al mismo tiempo, lo cual era peor que lo anterior. De cualquier manera, era seguro que nada bueno cruzaba por su asombrada mente. Su miraba distaba mucho de ser amable,  razonado peligrosamente la emoción de asco.  

     Me puse de pie y le tendí la mano a Hallen para que hiciera lo mismo, pero este no se movió ni un ápice. Sus ojos seguían abiertos y su semblante exponía ahora una conmoción profunda, como de quien acaba de ver a un fantasma.

     No podía verlo de ese modo, no por mucho tiempo. Así que me puse en cuclillas a su lado en el suelo y le mire directamente a la cara, tratando de tranquilizarlo.

— Oye —Musité—, yo voy a explicar todo, no tienes por qué preocupar...

     Antes de terminar de hablar percibí el movimiento rápido de alguien en la sala y después todo sucedió muy rápido, demasiado rápido.

— ¡Aléjate de mí hijo asqueroso maricón!

     Mi cuerpo se tensó al sentir las manos de alguien sobre mis hombros. Me vi arrojado hacia un lado mientras perdía el equilibrio.

— ¡Y tú —Gritó el padre de Hallen, volviéndose hacia él— eres la vergüenza de la familia!

     Hallen parecía dolido.

     De repente  tuve unas ganas terribles de golpear a su padre, pero algo dentro de mí hizo que me detuviese, lo último que quería era agravar la situación.

— Señor, escuche —Hablé por fin—, nosotros...

     El hombre ni siquiera me estaba poniendo atención. Se acercó a Hallen. La luz iluminaba su expresión de furia, por lo que Hallen simplemente apartó el rostro; evitando verlo a la cara.

— Dime que todo esto es un juego estúpido —La mirada de su padre quemaba—, dime que todo es una broma, un chiste de tu parte.

     Hallen seguía congelado, escuchándolo en silencio.

— Lo nuestro —Insistí—, es algo completamente...

— ¡Tú cállate, al que quiero escuchar es a mi hijo no a un imbécil sin educación que ni padres tiene!

— ¡No digas eso! — Hallen finalmente reaccionó—. ¡No hables de ese modo! No tienes derecho a decir algo tan bajo... ¡Tú nunca te has preocupado por mí! siempre has estado concentrado en el trabajo y en nada más. El dinero es lo único que te interesa. Tu puesto es lo más importante, por eso  nunca entenderás lo que siento por él, ni siquiera sabes lo que tú sientes por mí...

     Su padre le dio una fuerte bofetada en el rostro haciendo que la cabeza de Hallen girara hacia un lado.

— ¡Para! — La señora Light hablaba por primera vez, llegando a toda prisa hasta donde Hallen estaba—, esto no se tiene que arreglar así.

     El hombre reaccionó y, como si acabara de notar lo que había hecho, miró con lentitud sus manos, las manos que acababan de lastimar a su propio hijo. Hallen seguía con la cabeza a un lado. La marca del golpe provocado por su padre seguía visible allí donde le había herido.

— Vete... — Hallen apretó los puños, el cabello caía en su cara haciendo que su rostro fuese imposible de ver—Vete...

     Abrí y cerré la boca repetidas veces, buscando algo que decir.