Feliz cumpleaños

691 40 1
                                    

El cumpleaños de Elena estaba cerca y yo moría de nervios porque estaba preparando un regalo para ella, un regalo que cambiaría su rutina un poco, cosa que yo sabía perfectamente que no le gustaba; solo podía rezar para que le gustara más de lo que le molestara.

Ella había estado un poco irritada últimamente, a la defensiva, así que su regalo podía resultar de dos maneras, increíblemente bueno o completamente desastroso.

Ya tenía todo listo, solo era cuestión de tiempo, el cual, se me estaba pasando demasiado lento por la misma ansiedad de ver su reacción.

Estábamos a solo un día más de su cumpleaños el cual pasó rutinario, trabajo en el estudio, darnos un tiempo para comer, discutir sobre cualquier tontería debido al resiente humor de Elena que ahora comenzaba a contagiarse hacia mí, volver al trabajo y más tarde irnos a su casa para cenar algo y conversar un rato. Ese día le pedí quedarme con ella para recibir su cumpleaños. A ella no parecía entusiasmarle mucho el que me quedara solo para eso pero igual aceptó argumentando que cualquier día era bueno para recibirlo juntas.

Una vez terminando de cenar nos dimos un baño y nos fuimos a la cama, vimos un poco de televisión y nos dimos las buenas noches para dormir. Yo por mi lado me mantuve ocupada en mis pensamientos el tiempo suficiente para que diera la media noche y desearle oficialmente un feliz cumpleaños.

Justo a las doce la desperté suavemente acariciando su cabello y susurrando su nombre. Ella comenzó a abrir los ojos en contra de su voluntad hasta que me vio sonriéndole. –Feliz cumpleaños mi amor –dije en voz aun baja. Ella solo sonrió un poco mientras yo besaba sus labios y acariciaba su mejilla.

–Gracias –balbuceó. –¿Qué hora es?

–Apenas las doce –admití avergonzada. –No podía esperar.

–Está bien, gracias –dijo sincera y ya más despierta.

–Espérame aquí. Tengo algo para ti.

–No es necesario –discutió.

–Sólo no te duermas hasta que vuelva, solo voy a la cocina y regreso –volví a besarla y bajé entusiasmada.

Al regresar vi a Elena sentada en la cama y me puse aún más nerviosa, ya estaba completamente despierta y lista para su sorpresa. Yo traía un pastel de capuchino con pequeños trocitos de chocolate obscuro y una velita de cumpleaños en medio para que pudiera pedir un deseo. Con la otra mano sostenía dos cubiertos para comer un poco. Una vez más ella solo sonrió. Apagó su velita y tomó su cubierto metiéndolo directamente al pastel sin pensarlo. Al probarlo hizo una mueca de agrado, cosa que calmaba un poco mis nervios. Algo le pasaba, no se veía emocionada en lo absoluto pero esperaba que su regalo le gustara más que el pastel.

Le entregué una pequeña caja envuelta, ella la abrió para encontrar una cámara vintage aún funcionando. No sabía mucho al respecto pero me aseguraron que le gustaría. Alguna vez había leído algo sobre esas cámaras y lo importante que fueron en sus tiempos, pero hasta ese momento no sabía exactamente el por qué.

–¿Una Rollei Magic? –se sorprendió –Gracias Sohar, no se qué decir.

–¿Te gusta? –quise saber –me dijeron que aún funciona y al parecer está lista para ser utilizada.

Ella la inspeccionó un poco, movió algunas de sus piezas y observó a través del lente. –Está hermosa –sonrió –gracias.

Junto con la cámara venía una pequeña funda de piel y un manual que se notaba lo viejo que era debido al color amarillento de sus páginas. –Hojéalos un poco –sugerí –quiero que puedas usarla propiamente.

Te tomaré una fotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora