Capítulo 11

189 9 3
                                    

Estaba saliendo de mi apartamento. Me dirigía al supermercado, ya que mi alacena había quedado vacía hace tres días, así que era necesario.

Cuando salí de mi casa, escuche un ruido. Uno que provenía de la casa del vecino escandaloso. Ese era su nuevo apodo, no es que tuviera uno antes pero..., como sea.

Me acerqué. La curiosidad me picaba en las puntas de los pies. Extinguí la distancia entre la casa y las puntas de mis pies e intenté ver por una pequeña ventana que quedaba justo arriba de mi cabeza. Me tuve que parar de puntitas para ver mejor.

De pronto, la puerta principal de mi vecino se abrió de golpe. En ese momento, dejé de respirar, como si el hecho de hacerlo me restara algo de culpa que comenzaba a crecer en mí.

Al tratar de recomponer mi postura, se me enredaron los pies y comencé a caer. Ya había cerrado los ojos, resignada a la dura caída de mi fracaso. Una caída que nunca llegó, pues una fuerte presión en mi brazo evitó que cayera. Era mi vecino.

-Yo... es que -comencé a excusarme-, escuché un ruido muy fuerte y me acerqué para ver si todo estaba bien -le dije, con el corazón aún desbocado. Al mirarlo tan de cerca, pude apreciar lo apuesto que en verdad era. Llevaba el cabello negro hecho una maraña, tenía la piel bronceada y los ojos grises. También tenía un rastro sombreado de la barba en la quijada. Era más que apuesto.

La mirada que aquel hombre me dedicó, provocó que se me debilitaran las piernas. Su mirada era fuerte y determinada. Incluso intimidante. Él apretó su agarre, impidiendo que las piernas no me volvieran a fallar.

-G-Gracias -murmuré.

-Eres muy torpe -dijo y, sin más, me soltó de una manera brusca y se fue.

Creí haber visto una sonrisa socarrona en sus labios, pero no estoy muy segura, tal vez -seguramente- fue mi imaginación....

Espera..., esa voz la conozco. Esa voz ronca y profunda, la he oído antes en otra parte. Sé que una vez lo escuché hablar, pero ese día me dio la misma sensación. Una sensación de déjà vu. Solo que no puedo descifrar de donde la he escuchado antes. Si se lo digo a él, seguramente va a tildarme de loca. Y tal vez lo estoy, un poco. Pero estoy casi segura de que escuché esa voz antes.

~Editado.~

¿Te equivocaste? [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora