Capítulo 5

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El sábado, estaba libre de trabajo, gracias al cielo. Mis planes eran relatarme y, en éste momento, ejercitarme. Había descuidado mis rutinas debido al trabajo. Me prometí que no lo haría más.

Mi celular comenzó a sonar. Yo no recibía muchas llamadas, pues no tenía amigos. Los había perdido todos. El corazón me dio un vuelco cuando vi el nombre del contacto que me llamaba: "No Contestes, Es El Diablo". Hice caso omiso a la advertencia y contesté. Soy el gato, de nuevo.

—Liz, necesito verte. Por favor. En el café que está cerca de tu casa. Es urgente. Es muy... Es muy importante, Liz. Por favor —su voz sonaba agitada y suplicante.

Algo dentro de mí se rompió. Yo sabía que no debía, pero iba a ir. Y él sabía que iba a ir, porque cortó la llamada, sin darme tiempo de replicar.

~Editado.~

¿Te equivocaste? [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora