Mercader Viajero 7 - Egos Insultados

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prospero tiempo de conquistar nuevos reinos para el mercader le hicieron olvidar las viejas batallas, el dolor de la traición, ya era otro, extrañaba a su noble sirvienta, a aquella muchacha que le había mostrado el amor, vivía en un reino que era cada vez mas frío para el, pero, enviaba mensajes a su amada, noche tras noche, a veces con respuesta, a veces sin ella, el tiempo paso, lento, doloroso, el mercader tenia cada vez peor trato en el reino, desde la ausencia de su amigo el feudo, el reino se había vuelto un caos, el poder había sido cedido a un ministro de estado y a un consejo, pero, ellos no gustaban del mercader, porque el mercader amaba de verdad, no solo fingía hacerlo para que los otros lo vieran, porque él no se detenía al alabar a las personas por como se ven cuando valía la pena y menos decirle a las personas cuando no les interesaba saber quienes eran porque no eran importantes.

al final, el mercader fue arrestado por orden de un miembro del consejo del ministro, ella odiaba la actitud del mercader que solo buscaba trabajar y tener algo más de el reino, ignorándola. ella odiaba que el mercader fuera el único que no la adulaba por ser simplemente ella, así que le ordeno a los guardias del castillo que lo apresaran y llevaran ante el tribunal para ejecutarlo, al saber eso un guardia amigo del mercader le advirtió, ayudándolo a salir del reino en secreto, siendo entonces que se levanto una orden de captura para él, dictada por la noble a la que el insulto al no adularla.

el mercader vago por los reinos durante días hasta que llego a aquella posada donde conoció a su esposa, aquella mujer que fue tomada luego por el noble rey de la tierra de su amada noble sirvienta, ahí fue donde el se decidió, cogió su espada y partió al reino de su amada noble sirvienta, camino a al reino no tuvo problemas, entro en las tierras del imperio donde se encontraba el reino de su doncella y simplemente la diviso y abrazo, ella le contesto el abrazo y el mundo se hizo mas tranquilo.

noches en vela, batallas y una vida le esperaban allá, él decidió tomarlos, decidió dejar su calma falsa y aceptar a la mujer que le dio su amor, aceptar esa vida llena de peligros, porque el mercader amaba el peligro más que la autocomplacencia, por eso comenzó a viajar nuevamente, para complacer a su doncella y encontrar su anhelada paz.

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