Días de invierno.

Capitulo cinco.

Ya casi vamos a salir de la escuela, el invierno ya ha pasado.
Ya tengo dieciocho años y Andrew también. Lo amo como a nadie él es mi familia.
Hoy vendrá a mi casa. Mi pierna ya está como si nada, si no fuera por una cicatriz no sabría que me pasó.
Me pongo a leer en la banca que está fuera de mi casa.
Escucho unos pasos, es Andrew, viene con una caja un poco rara. Dejó mi libro en la banca y me aproximo a él.
-¿Qué es eso?
-Una sorpresa.
-Dime.
-Ya lo verás.
Nos metemos a la casa y pone la caja en el suelo.
Escucho que algo se retuerce en ella.
-¿Qué es eso Andrew Johnson?
-Cierra los ojos y extiende las manos.
Cierro los ojos y extiendo las mano con miedo y adrenalina.
-No lo vaya a dejar caer.
Lo saca de la caja y siento algo pesado y peludo, es muy suave.
-Ábrelos.
-¡Es un gato!, gracias.
Me acerco y lo beso.
-¿Cómo se llamará?
-Mmm...Copito.
-¿Por qué?
-Porque es blanco y suave.
-Mejor Nieve.
-Me gusta.
-Estaba pensando
-¿Si?
-Que tal vez nos podríamos mudar juntos ¿Qué te parece?
-Sería una perfecta idea.
-¿Enserio?
-Claro, solo imagínate despertar juntos cada mañana, seríamos una estupenda familia y tendríamos una hermosa hija llamada Summer Johnson Blake.
-Ou, ¿dijiste hija?
-Si, ¿No sería genial?
-Si, lo sería.-Responde.
-Te amo.
-¿Quieres ir a dar un paseo?
-Si, ¿A dónde?
-A donde sea pero que sea contigo.