Invisible [TERMINADA]

Capítulo 12

N/A => AHORA SI ahre. Disfrutenlo 😊

"No se que me duele más, las cicatrices o tragarse el nudo en la garganta al querer llorar."

Su cabello húmedo se pega a su cara mientras toma un humeante café a mi lado. Está perdida es sus pensamientos, hundida en sus problemas. Sus ojos están rojos e hinchados, pues hace solo unos pocos minutos atrás dejó de llorar. Tiene las manos rodeando el envase de café y succiona de la pajilla en la punta de este, la acomoda y sigue con su desayuno.

— ¿Mejor?

Ella asiente y cierra los ojos por un segundo. Al abrirlos noto esa mirada nuevamente, esa mirada que indica que esta perdida, que pide ayuda a gritos. Esa mirada que nadie se toma el tiempo de analizar. Sus ojos mieles están casi verdosos y sus labios tiemblan levemente.

— Tienes que desayunar todos los días —le digo suavemente.

Ella vuele a asentir quedamente. Se que no me va a hacer caso, pero vale la pena intentarlo. Sigo subiendo y bajando mi mano en su espalda en un intento de tranquilizarla un poco más. Yo no estoy tomando nada, pues es ella la que no ha desayunado esta mañana.

La lluvia sigue cayendo en Los Ángeles, los vidrios están empañados y la mirada de Laura se fija en las gotas suicidas, como sus lágrimas. Termina el café y cierra los ojos levemente, como si le doliera.

— Voy al baño —dice suavemente. Se levanta y yo me acomodo en mi parte del asiento.

La veo perderse en el pasillo y entrar en el baño de mujeres. Por más que no quiera, una incógnita se mete en mí cabeza.

¿Por qué va al baño apenas termina?

Sacudo mi cabeza para quitarla de allí, para que se desaloje de mi mente.

¿Sera bulímica?

Cierro los ojos con fuerza e intento despejar mi cabeza, no quiero pensar en aquello. Asi que me pongo de pie y luego de tirar el envase a la basura, me dirijo al mostrador para pagar lo consumido.

— Listo —llega a mi lado y busca mi mano.

Le tomo la mano lentamente y siento que el buzo no nos deja hacer contacto directo. El chico me pasa el vuelto de lo abonado y lo meto en el bolsillo trasero de mi pantalón.

— ¿Nos vamos?

Ella alza su mirada para encontrarse con la mía. Siento mi estómago contraerse. Tiene más problemas de los que creí. Es más frágil de lo que pensé.

— ¿Adonde vamos?

— ¿Adonde quieres ir?

Se encoje de hombros y me mira pensativa mientras caminamos a la salida del café. No tenemos paraguas, asi qué si se preguntan como hemos llegado aquí, la respuesta es fácil y sencilla.

*Flashback*

— No, no, no —dice cerrando la puerta.

— Oh, vamos, ¿qué te puede hacer un poco de agua?