Capítulo 23

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N/A: Es un poco tarde, lo sé... PERO PUBLIQUÉ ah

MUY FELIZ DÍA DEL AMIGO PARA TOD@S 💞😊 espero que tengan un lindo día y la pasen hermoso juntos a todos sus amigos 👍 gracias por todo el apoyo (y más si la novela no es mía ah) L@S QUIERO 😘

Un abrazo psicológico (?)

Disfruten 😊

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“Everyone is perfect in unusual ways.”






Tuve que obligarla a bajar del auto y sentarse en una mesa del lugar. Obviamente escogió una del fondo y se quedó allí sentada como hubiera hecho Rydel enfadada. Así que si ella no me hablaba, tendría que pedir por ella. Y aunque no creo que se termine una hamburguesa doble con queso y papas grandes, hice el intento.

— Toma —digo, poniendo su comida frente a sus ojos.

Me dedica una sonrisa de desprecio y luego aparta la mirada. Decido sentarme a su lado, aunque quizá me muerda, y no en frente porque es probable que quiera escapar antes de terminar con su comida.

— De nada.

— No tengo por qué agradecer algo que nunca pedí.

— Es por tu bien.

Si bien sé que una hamburguesa y unas papas no son la comida saludable que ella necesita, algo es algo. Así que me importa un bledo que me ruede los ojos y se cruce de brazos.

— ¿Sigues odiándome? –Pregunto luego de unos minutos.

Ella asiente lentamente con la cabeza.

— No me gusta que me odies.

— Pues aguántatela por ser perfecto.

Frunzo el ceño y muerdo mi hamburguesa.


¿Perfecto? ¿Es en serio?


— No creo ser perfecto.

— Toma un espejo y compruébalo.

Se apoya sobre su mano y se dedica a observar a las afueras del local mientras yo pienso que no soy perfecto, en lo absoluto, y estoy muy lejos de serlo. Demasiado.

— ¿Sabes? El espejo puede mentir.

Ella voltea rápidamente a verme.

— No es cierto.

— Laura, no muestra lo que hay dentro, ¿no es eso lo que importa? —Niega lentamente con la cabeza y chasquea la lengua. — Sabes que no es así, Laura. Todos juzgan el físico.

Tomo una papa y la apunto a sus labios. Niega.

— ¿Solo una?

— ¿Sabes cuántas calorías tiene esto?

— No y tampoco quiero saberlo. No se trata de calorías, se trata de ser feliz.

— ¿Comiendo una papa?

Asiento con la cabeza y ella se echa a reír. Eso me gusta mucho, amo cuando ríe. Vuelvo a acercarle la papa a la boca y Laura finalmente abre, la atrapa en su boca y luego mastica.

— Me gusta tu risa.

— A mí no.

— Porque tú odias todo de ti.

— ¿Quién no?

— Yo.

Se queda callada y aparta la mirada.

Invisible [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora