Invisible [TERMINADA]

Capítulo 54: [Final]

“All over again, ¿really?”

El día de entregar el trabajo práctico de historia en parejas ha llegado. Entro al salón buscando a Laura con la mirada, ella ocupa el primer banco de la fila de en medio del salón, corro su mirada con la mía, pero hace caso omiso a mi presencia.

— Hola.

Sus pestañas aletean y sus pupilas mieles se dirigen hacia mi rostro. Me sonríe levemente.

— ¿Puedo sentarme contigo?

Luego de pensarlo unos segundos, niega con la cabeza. Todo lo contrario a lo que he estado esperando desde que supe que iba a verla hoy. Sus ojos vuelven a su block de hojas y sus manos toman lapiceras de colores.

— Laura... —murmuro.

— ¿Mmm?

— ¿Qué ocurre contigo?

Da media vuelta en su asiento y se encoge de hombros.

— Simplemente busca otro asiento, Ross.

— ¿Por qué haces esto? —Alzo una ceja intentando descifrar su rostro.

— ¿Hacer qué? No hago nada, simplemente busca otro asiento, quiero estar sola.

— Si, claro —digo en una burla—. Quita tu mochila de aquí.

Poso una mano sobre la correa rosa de su pequeña mochila y ella cachetea mi piel con sus manos. Miro hacia sus ojos y presionando mis labios juntos me retiro hacia la parte de atrás del salón, donde Ratliff se acomoda al lado de una chica. Tomo a mi amigo del brazo haciendo que se ponga de pie y me acompañe hasta la mesa que Laura y yo solíamos compartir al final del salón.

— ¿Qué ocurre contigo? Quiero tirarme a Vivi, hermano.

— No me importa, Ratliff. —Frunzo el ceño—. Laura me ignora.

Alza sus cejas y ríe.

— ¿Cómo así?

Los murmullos se calman cuando la profesora de historia entra en el salón. Ratliff me pasa una hoja con la pregunta que anteriormente me ha hecho.

Ross:
“No dejó que me sentara con ella y me golpeó.”

Ratliff:
“Estás bromeando.”

Ruedo los ojos al leer su respuesta.

Ross:
“¿Crees que tendría esta cara si estuviera bromeando, Baxter?”

Le paso el papel y luego lo miro, sus ojos chocan con los míos y una pequeña sonrisa divertida adorna sus labios.

Ratliff:
“Está bien, ¿qué haremos con ella?”

Tomo el lápiz y antes de escribir observo a mi chica invisible prestando atención a lo que la profesora dice. Pronto todo comienza a tener sentido, esto es como cuando nos conocimos, como cuando yo me sentaba con Ratliff y ella se sentaba sola al frente, como cuando ella no tenía a más nadie y solo prestaba atención, como cuando ella estaba perdida. Todo vuelve a ser igual.

Ross:
“Quisiera poder mandarla a arder en el infierno, pero la quiero mucho como para alejarme de ella.”

Ratliff:
“Suenas como una marica, Ross.”

Lo fulmino con la mirada al leer su respuesta y luego tomo el lápiz.

Ross:
“Vuelve a repetir eso y le diré a Viviana que tienes enfermedades de transmisión sexual para que no se acueste contigo.”

Sus ojos se achican entorno a mi cara.

Ratliff:
“Maldito puto.”

Me río por lo bajo.

En el primer receso me esfuerzo para salir del salón y encontrarme a Laura antes de que se vaya al patio delantero a donde nadie se dirige. Los estudiantes que salen también del gran salón me llevan por delante haciendo que comience a creer que me aplastan y tiran hacia atrás a propósito.

Tomo el brazo de Laura cuando casi ha cruzado la puerta del patio.

— ¿Qué carajos, Ross?

Su brazo se deshace de mi agarre como si mi piel quemara la suya. Esto solo tiene un nombre... cortes.

— ¿Puedes dejar de tratarme así? ¿Qué ocurre contigo?

Sus ojos dan un tour completo por su contorno y luego se cruza de brazos.

— ¿Qué quieres?

— Estar contigo.

Su ceño se suaviza sobre su frente y luego suspira cansada.

— Y yo quiero estar sola.

— ¿Por qué?

— Deja de cuestionar todo, Ross. — Aparta su mirada de la mía, sus ojos tienen un matiz triste muy en el fondo—. No quiero estar con los demás, no quiero juntarme con tus amigos, no quiero ver a Aubrey, no quiero estar contigo tampoco. Quiero ser lo que era antes.

— ¿Quieres volver al pozo?

— Quiero que nadie me note, de nuevo.

— ¿Por qué?

— ¡Ay, no sé, Ross! ¡Ya basta! Deja que sea lo que yo quiero ser y vete por donde has venido.

Alzo las manos demostrando inocencia y me alejo unos pasos caminando hacia atrás. Mis ojos buscan los suyos intentando encontrar la verdad en ellos, pero solo veo la tristeza reflejando una chica completamente rota y lastimada.

— Voy a dejarte en paz si así lo quieres.

Retrocedo un par de pasos más esperando que ella se arrepienta y corra hacia mí.

— Gracias —dice finalmente y se da la media vuelta.

La veo desaparecer detrás de la puerta que da al patio delantero y mis ojos arden con furia. Mis manos caen a los costados de mi cuerpo, doy media vuelta y golpeo los casilleros al pasar. ¿Qué le ocurre? ¿Qué hice de malo? ¿Acaso ella no quería dejar de ser invisible? Quizá solo arruiné un poco más su vida al aparecerme en ella.

Mis ojos lagrimean, ¿es en serio? Las palabras de Ratliff llegan a mi mente, si, qué marica. Es solo una chica, una chica que carga con más problemas que nadie, y si, también es un problema más en mi vida. Si quiere que me aleje, así será, no volveré a su lado ni porque ruegue por aquello.

“Ni tú crees aquello” —Susurra mi conciencia haciendo que me sienta peor.

Claro está que si en este momento la veo correr hacia mí abriría mis brazos en busca de un fuerte abrazo suyo, pero no. Ella me quiere lejos, me quiere fuera de su vida, quiere volver a ser solo una chica invisible más. Lo acepto, esta ya no es más mi misión.

Adiós.