En un instante ya estaba en la oficina, y no puedo mentir, llegué completamente ansioso. Me senté en la silla detrás del escritorio y me dispuse a abrir aquel pergamino lleno de promesas, pero al parecer mi incertidumbre me estaba volviendo más torpe de lo usual, ya que el pergamino se rehusaba a abrirse, se me calló, resbaló y en el último momento, alguien llamó a la puerta ocasionando que por poco rompiera el papel.
–Adelante – Dije en voz alta continuando con mi tarea. Pero inmediatamente recordé lo que mi Hime había dicho:
– Yo te recomiendo que lo hagas cuando estés solo –
Y por esa mirada de misticismo, sabía que debía seguir su consejo. Así que mientras se abría la puerta, abrí uno de los cajones del escritorio y deposité aquel intrigante documento.
–¡Hey Naruto! ¿Listo para dejarme el puesto de Hokage? – Saludo Konohamaru.
–Buenos días Konohamaru – Lo saludé con buen humor – Lo siento, me encanta admirar mi rostro en la montaña desde aquí – Le dije girando un poco mi silla para contemplar el lugar del que hablaba: La montaña de los rostros de los Hokage –Tendrás que esperar.
–¡Oh vamos! Los años no pasan en vano – Replicó – Y por ahí se rumora que la edad te está volviendo ineficiente –Agregó.
–¡Que! ¿Quién dijo eso? – Salté de mi asiento – ¡Seguro fue ese teme! – Probablemente era parte de su "venganza por lo del festival" – ¡Aguarda ahí Uchiha, te demostraré de lo que un Hokage es capaz de hacer dattebayo! – Choqué un puño contra mi otra palma.
–Jajaja – Estalló en risas Konohamaru – Solo bromeaba Naruto – Dijo aun entre risas – Podrás estar casado e incluso tener hijos, pero parece que sigues siendo igual de ingenuo que de costumbre – Declaró.
–Lo mismo puedo decir de ti Konohamaru – Le dije molesto y cruzándome de brazos – Y bueno, ¿Sólo viniste a burlarte del Hokage o piensas trabajar?
–¡Vaya, no es para que te molestes! –Dijo alzando las manos en señal de paz –Vine a traerte el reporte de la última misión y eso sería todo – informó – A no ser que tengas otra misión para mí – agregó.
–Tenía planeado darte el día libre, pero si quieres ganar méritos para quitarme el puesto, mejor toma esto – Le dije arrojándole uno de los pergaminos de misiones.
–Naruto, eres muy infantil – Dijo rodando los ojos – Siempre que te enojas con alguien le das misiones de bajo rango – Se quejó el chico haciéndome reír, ya que tenía razón, aunque hasta la fecha solo lo hacía con él y con el teme.
–¿Qué escuché? ¿Quieres más misiones como esa? – Le pregunté sarcásticamente.
–¡No, no! Esta es más que suficiente – Exclamó alarmado – Nos vemos Hokage-sama – Se despidió antes de salir huyendo.
Yo suspiré con resignación e instantáneamente recordé lo que estaba a punto de hacer antes de que Konohamaru me interrumpiera. Abrí el cajón donde había depositado el pergamino y continué con la tarea. ¿Era mi imaginación o Hinata lo había asegurado demasiado?
Estaba a punto de abrirlo cuando de repente sentí la presencia de alguien, pero antes de poder levantar la vista para ver de quien se trataba, recibí un golpe en la cabeza.
–Te escuché – Dijo el teme – Vamos, demuéstrame que es capaz de hacer el Hokage – Me retó.
–¡Sasuke teme! – Me levanté para enfrentarlo – ¿No te enseñaron a tocar la puerta ttebayo? – Me quejé.
–Tú tienes la culpa, apenas voy llegando a la torre y comienzas con las amenazas –Me recriminó.
–No, la culpa es tuya, por escuchar conversaciones ajenas – Le repliqué.
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Creo que estoy embarazado
FanfictionDespués de tres años de casados ¡Naruto y Hinata serán padres!, pero... Naruto tendrá que experimentar en carne propia lo que significa estar embarazado.