–Se tardaron Teme – Le dije en tono de reproche.
–Baka, fue tu idea el adelantarte – Me reclamó el Uchiha
–Sí, porque me desespera tu lentitud – comenté girando el rostro fingiendo desprecio
–¡Que dijiste baka-Naruto! – Reaccionó acercándose amenazadoramente.
–Basta chicos, no es el momento – Declaró Kakashi-sensei tomándonos de los hombros y con una gota rebelando por su nuca. Supongo que pensaba que sus alumnos podrían haber crecido mucho pero a veces no dejaban de ser los niños inmaduros que discuten por cualquier cosa.
–Kakashi-sensei tiene razón – Agregó Shikamaru reuniéndose con el grupo.
–Bien, parece que estamos todos – Dijo mi padre.
–Supongo que ya todo está listo – Dedujo el Nara.
–Al menos con la poca información que tenemos, si, lo demás deberemos enfrentarlo de acuerdo a como vallan surgiendo las cosas – Informó mi padre.
–Bien, así que por el momento solo nos queda montar guardia hasta que llegue el Kazekage – Dijo Sasuke.
–Así es – Les confirmé, dándoles la señal para que procedieran a localizar sus puestos.
...
Pasaron 20 minutos en los que no hubo ninguna novedad, hasta que observe una vez más como se acercaban otras personas.
–Se acercan – Les dije una vez más. Invoqué 3 clones para darles el comunicado a Sasuke, Kakashi y Shikamaru, los cuales comenzaron con la vigilancia del perímetro. Por nuestra parte, mi padre y yo esperamos la llegada de nuestros amigos de Suna y poco a poco logramos vislumbrar 5 figuras que comenzaron a dibujarse a través de la tormenta de arena.
–Parece que llegamos tarde – Declaró una voz masculina
–Para nada Kankuro – Lo saludé con una sonrisa.
– ¡Oye Naruto! Espero que hayas traído a Sakura o alguna chica para que nos ayude – Me dijo sorpresivamente Temari.
– ¿Nani? – Respondí extrañado.
–... – Temari solo suspiro – Estos hombres... – Susurró en el más puro tono feminista – En un parto, hay cosas que solo una mujer puede hacer – Me informó – Bueno, sabía que algo así pasaría, así que traje conmigo a alguien – Me dijo haciendo un movimiento de cabeza para señalar a la persona que estaba junto a ella. Se trataba de una chica de la misma estatura y edad de Temari, cabello largo y negro, tez blanca, ojos negros – Ella es Yoko, la hermana de Matsuri – La presentó.
–Mucho gusto Yoko – La saludé. La aludida respondió al saludo con una sonrisa.
Atrás de ellos se podía observar al Kazekage, con su característico cabello pelirrojo acompañado de una mujer un poco más baja que él. Su cabello castaño le llegaba a la altura de los hombros, una piel clara, aunque no tanto como la de su pareja, unos ojos profundamente negros que acompañados del sonrojo colado en sus mejillas transmitían tranquilidad, calidez y ternura, y claro, un vientre sobresaliendo de su figura.
– ¡Gaara! – Saludé emocionado. El aludido sonrió casi imperceptiblemente. Y su acompañante, después de dar un pequeño respingo que la sacó de sus pensamientos, sonrió abiertamente.
Gaara y Matsuri se unieron al grupo y comenzaron su avance hacia la cueva destinada para llevar a cabo el parto.
–Y... ¿Cómo pasaste tu embarazo Matsuri-chan? – Le pregunté con total confianza, después de todo, es la esposa de uno de mis mejores amigos.
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Creo que estoy embarazado
أدب الهواةDespués de tres años de casados ¡Naruto y Hinata serán padres!, pero... Naruto tendrá que experimentar en carne propia lo que significa estar embarazado.