Cap. 8. "Cereza"

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-Creí que no te estaba gustando esto – le dije a mi Naruto.

- Y aún no me gusta, pero ya que nos han dejado decidir esta parte, quiero verlos sufrir un poco – Me respondió mientras me guiñaba un ojo.

- Pero no demasiado, después de todo, no me molesta esto que están haciendo – Le dije.

- ¿...? – Me miró de una forma que dejaba claro que no estaba entendiendo lo que quería decir.

- Quiero decir que, todo esto que hacen me deja ver que realmente todos están felices por nosotros y que nuestro bebé será muy amado no solo por sus padres, sino por todos los que nos rodean – Le explique con una sonrisa.

- Tienes razón mi Hina-chan – Me dijo después de darme un beso en la mejilla – vamos a disfrutar de esto, después de todo, como dijo mi padre, lo importante es que nazca sano, y Tsunade-obasan dice que sí lo esta – Me dijo.

- Entonces, si fuera niño... - comencé a decir.

- Seria genial ttebayo! – Me dijo

- jaja, claro que sí, pero me refería a cuál seria el premio para los que ganaran y el castigo para los que perdieran.

...

-¿Y si fuera niña? – Le pregunte en cuanto terminamos con los que opinaban que tendríamos un varón.

- Seria Maravilloso ttebayo! – Exclamo con una sonrisa.

- jajaja, estoy de acuerdo, pero... - Comencé a decir

- ¡Ah claro! Los castigos , lo siento Hinata-chan me emocioné – se disculpo.

- No tienes que disculparte, nos alegra que estés así de contento – Le dije después de robarle un fugaz beso.

...

-Y ahora si Kushina-san tuviera razón – Comencé a decir

- Tengo que admitir que me gustaría mucho que ella ganara – Dijo un poco desanimado.

- A mí también amor, pero no te preocupes, recuerda que dijiste que seria la madre TUS HIJOS, así que podemos hacer la tarea cuantas veces quieras – Le dije olvidando mi timidez, pues con él no había timidez alguna.

- ¡Qué bien! Entonces así será dattebayo! – sentencio con esa sonrisa que me hacia suspirar desde que íbamos en la academia – Vamos – Me dijo encaminándome a la sala – Espera – Dijo de repente colocando una mano sobre su boca.

- Naruto... creo que deberías ver a Tsunade-sama, últimamente tus malestares son mas frecuentes – Le sugerí.

- No, ya estoy bien – Me tranquilizo con una sonrisa – Ahora sí vamos

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::De regreso a la sala ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

- Lo siento, no es mi culpa que él no anotara todo lo que le dijeron – Decía mi suegra.

- ¡Eso no es justo! – Le reclamaba Obito – Entonces no es una apuesta.

- Claro que sí, yo no tuve nada que ver para que esto pasara ttebane! – Alegaba Kushina.

- Pues, lamentablemente ya firmamos y como nadie se tomo la molestia de confirmar que todo estuviera bien redactado, Kushina tiene razón, aunque me duela aceptarlo – Dijo Jiraiya-sama.

- ¿Qué pasa? – Pregunto mi Naruto.

- Pasa que en lo que ustedes estaban en la cocina, todos firmamos un pergamino que nos obliga a cumplir con lo que ustedes dispongan, pero la parte en la que se plasma la apuesta de Kushina hubo un error que hace que Kushina-san no tenga posibilidad de perder en cualquiera de los casos – Explicaba Rin.

Creo que estoy embarazadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora