Boyfriend (Harry Styles)

1.

Domingo, ¿que podría hacer? Hoy Barbie se la pasa todo el día en la casa de sus abuelos y mi mamá trabaja también, al igual que mi padre. Ya buscaría algo que hacer.

Lentamente abrí los ojos  acostumbrandome a los rayos de sol que chocaban contra mi cara. Me levanté, entré al baño, me lavé los dientes y la cara. Salí y me fijé la hora, 8 de la mañana. Bien, más tiempo de estudiar para el examen de mañana. Debía esforzarme mucho, porque es mi ultimo año y son los más importantes.

Me puse ropa para estar en casa. Una remera lisa gris, pantalones negros, y mis pantuflas de conejo.

Bajé a la cocina a desayunar, cuando me la encontré a Lily sentada en el sofá tratándose de dormir. Lo entendía, ella es sonámbula, y viene siempre hasta este lugar. No sé, se volvió costumbre.

-Lily.- la llamé. Me acerqué a ella y le toqué suavemente el hombro. Me miró y me dedicó una de sus encantadoras sonrisas.

-Hola Alex.- se levantó de su sitio. Me arrodillé frente a ella.

-Cuéntame lo que soñaste.- es lo malo de ella. Siempre, pero siempre tiene pesadillas, y tiene una distinta cada día.

-Estaba jugando con mis muñecas, y cuando fuí a dormir, se le pusieron los ojos rojos y empezó a hacerme caras feas.- dijo con angustia mientras le acariciaba el cabello.

-Ya, tranquila.- la abracé -Es un sueño, nada de ahí te puede hacer daño.-

-¡Ni lo digas! Ahora no quiero ver una muñeca en mi vida.- dijo haciendo caras divertidas. Ella era la mejor hermanita que nunca tuve. Su altura, como una simple niña de 10 años, su cabello, rubio. Sus ojos, azules como el océano, y su piel blanca lo hacen resaltar.

-Esta bien, guardaré tus muñecas- dije -Y deja de ver Toy Story.- reí.

-Ok.- dijo ella.

-¿Sabes donde están mamá y papá?- pregunté mirando hacia la cocina.

-Si, ya se fueron al trabajo. Mami y papi prometieron volver antes de la cena.-

-Bien.- dije -Vamos a desayunar. ¿Que quieres?-

-¡Panqueques!- dijo emocionada.

-Esta bién niña hambrienta.- dije y nos dirigimos a la cocina.

Puse la sartén y preparé los panqueques. Le puse un poco de salsa de frutilla e hice un jugo de mango para ambas.

Puse la mesa y comimos... Mas bien... devoramos el desayuno.

-Escucha Lily, yo debo estudiar. ¿Tu hiciste tus tareas?- le pregunté.

-Si, todas.- dijo.

-Bien. Yo estaré en mi cuarto. Haz lo que quieras, cerraré todo, y llama si quieres algo. Pero no hagas mucho ruido.-

Aseguré todas las puertas del rincón de la casa. Me encerré en mi cuarto y comencé a estudiar.

El tema que rendía era Historia. Era una buena materia, me encantaba aprender cosas antiguas.

Luego de 2 horas de tanta antigüedad, decidí descansar un rato.

Mí dirigí hasta el cuarto de Lily. No estaba. Fui hasta el comedor, no estaba. La cocina, no estaba. Comencé a preocuparme y buscarla desesperadamente.

-¿Lily?-

-¡Estoy aqui!- dijo. Solté un suspiro y me dirigí hasta donde estaba. Algo enojada. -Hola Alex, estaba jugando con Elvis.-

-Pues, avisa la próxima vez. Casi me matas del susto niña.- me acerqué hasta Elvis y le acaricié su larga melena. -¿Quién es mi perrito favorito? Tú lo eres, si tú lo eres.- ladró dos veces y recibió mi abrazo. Que amor de perro.

-Perdona Alex, es que me distraje. Elvis me trajo hasta aquí.-

-Así que, ¿el perro mágicamente tiene manos y te trajo hasta aquí?-

-¡No!- rió -Es que me distrajo, sólo eso.-

-Bien.- dije mirando la hora en el reloj de la pared -Mamá y papá vendrán en un rato. Vamos a cambiarnos de ropa.- asintió.

Nos dirijimos hasta la habitación de Lily, dejando a la vista su hiper-mega armario. Tenía toda clase de ropa y zapatos. Todo lo contrario a mí, que no me gustaba la ropa muy... linda.

-A ver... ¿que quieres ponerte?- le pregunté mirando cada una de las prendas colgadas.

-Mi remera favorita.- dijo señalandomela y la saqué de su lugar. Era muy linda, rosa, con un gatito negro estampado en el medio de esta.

-No la había visto. Me gusta.-

-Gracias.- dijo Lily -Y quiero mis shorts rosas que estan ahí.- aunque no crean, ella acomoda sola su ropa. Cosa rara para una persona de 10 años. -Y estos zapatos.-

-¿Desde cuando tanto amor por el rosa?- dije y rió.

-Desde siempre.- se encogió de hombros.

-Bueno, vistete. Yo ya...-

-Alex.- me interrumpió.

-¿Si?-

-¿Por qué tus compañeros de tu escuela te hacen burla?- Wow, no esperaba que me pregunte eso. Tampoco esperaba que lo sepa.

-Bueno.- me senté en su cama -Nunca lo supe. Tal vez porque no hablo mucho con la gente, o porque soy aburrida. No sé.- le expliqué.

-¿Y que hay de ese tal Harry? No me gusta. Es feo y malo contigo.- ¿es que esta niña acaso me espía o que mierda?

-¿Quién te contó sobre él?-

-Lo vi una vez en tu escuela, cuando fui con mamá. Y ella me contó que es el chico que vive agrediendote.- la miré sorprendida -Que te digo Alex, tengo buena memoria.-

-Ya veo.- dije aún con el asombro. -Ya vístete niña.- tocaron el timbre -Voy a atender.-

Bajé las escaleras y miré por el pequeño agujero para ver quien era. Mi madre. Al fin.

Le abrí la puerta y me sonrió.

-Hola Alex.- me saludó. -No traje mis llaves, por eso llamé.- entró y dejó dos bolsas llenas de comida. -Es lo que quedó del restaurant. Tu padre viene en camino.- dijo -¿Y Lily?-

-Oh, esta arriba, cambiándose.-

-Bueno. Apenas termine de comer debo volver. Una persona importante vendrá.- dijo -¿Ya estudiaste?-

-Si, no era mucho, por suerte.- dije -Dejame ayudarte.-

-Gracias.- dijo mi madre.

Luego, mi padre vino, Lily bajó y almorzamos juntos. Como una familia común y corriente.

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Holis! :D ¿que les pareciooo? Espero que les haya gustado, tratare de hacer los capis largos :)

Voten y comenten, y pasen por mis otras novelas.

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Besos xxxx.