Ahí estaba yo, temblando mientras sentía esos pasos acercarse, esa figura masculina lentamente se acercaba a mí, tenía unas botas negras de una especie de cuero, el cuál no sabía exactamente el nombre, el pantalón largo que tenía puesta estaba puesto dentro de las botas, también negro.
Tenía una clase de curiosidad de mirar hacia arriba, pero no me lo permitía.–¿Qué hace usted aquí afuera, señorita?– Preguntó esa voz masculina –Sabe que es peligroso andar en los pasillos sola, ¿Verdad? – Preguntó–
No respondí, tenía miedo ¿Quién era este hombre y porque me hablaba? ¿Qué mierda era lo que quería de mi? Vi que se agachó hasta quedar a mi altura, y levantó mi mentón, no lo conocía, para nada.
Tenía ojos marrones, lo bastante oscuros no sabía quien era su dueño, e empecé a investigarlo, labios carnosos y grandes, los cuales podría morder un millón de veces sin ni siquiera sentir culpa, sus ojos eran grandes y eran muy penetrantes, ese marrón los hacía, únicos. Tenía una nariz no muy grande, pero me causaba ternura ese pequeño detalle hacía verlo hermoso, el pelo era marrón también, no muy oscuro pero tampoco muy claro, tenía unos pequeños reflejos, las cejas gruesas hacían hermosas todas las facciones de su cara.
Me miró dulcemente y curvó sus labios, sonreí y bajé la cabeza, recordando que estaba toda pintarrajeada.–Oh, no tengas verguenza. –Musitó tiernamente– Creó que eres unas de las cosas más lindas que he visto pintada tan natural –Sonreí–
–Oh, pues... Muchas gracias –Dije levantando la mirada–
–Entonces... ¿Me vas a responder que haces acá sola? –Preguntó haciendo un gesto con la cabeza–
–Espero que a mi amiga salga, vamos a salir a bailar, o a divertirnos, lo primero que se le antoje a ella –Sonreí haciendo un gesto mientras apuntaba la puerta–
–Bueno, tendrías que tener más cuidado, puede pasar cualquiera por estos pasillos, y no quiero tener que encargarme de eso –Sonrió– Soy algo así como un policía, cómo quieras verlo –Dijo levantando los hombros–
–¿Cuál es tu nombre? –Pregunté viéndolo a los ojos–
–Liam –Dijo correspondiendo la mirada– Hermoso nombre -Sonreí-Con una mano, Liam ayudó a levantarme y nos quedamos hablando, era una persona excelente. Luego de un rato, Silvia salió, dijo que había tenido unos problemas, cosas como esas. Sin preguntarme ni siquiera a mi, invitó a Liam a salir con nosotras él había aceptado, y también invitó a su amigo. Cuando entró a su habitación para avisarle a su amigo, le hablé a Silvia.
–¿Estás loca? Es un chico que recién conocemos, ¡Y lo invitas! –Susurré histérica–
–Amiga, no te pongas así –Dijo tomando mi hombro– Es un chico como nosotras, no nos va a hacer nada –Sonrió optimista–
–Te gusta, ¿Cierto? –Pregunté obvia–
–¡No! –Exclamó, la miré incrédula– Bueno, es sexy –Dijo sonriendo–
–Lo supuse –Dije con una sonrisa estúpida–
–Le gustas –Dijo pesimista– Por lo tanto, no tengo oportunidad –Dijo con cierto tono de decepción–
–¿Eres idiota? Eres hermosa, Silvia, todos te miran –Musité–
–No todo es belleza, no niegues que tú también eres muy hermosa, y sus ojos se iluminan cuando voltea a mirarte –Dijo tiernamente–
–Aún así, no me interesa, todo tuyo...Antes de que termine de hablar, vi que Liam salió sólo.
–Oigan... ¿Lo siento, puede ser otro día? –Preguntó– Es que mi amigo no se siente muy bien, que digamos –Dijo sobando su cabeza con la mano–
–Mañana, desgraciadamente, volvemos al viaje –Dije– Por eso queremos salir, antes de tomar el tren. –Sonreí–
–Oh, vayan entonces –Sonrió– No las molesto más –Dijo dejándonos ir–
Dicho esto, con Silvia nos despedimos y él se quedó ahí parado, antes de encaminarnos hacia las escaleras, pude escuchar que susurró algo. No pude escuchar claramente que había sido, pero se que me quedé con una clase de peso encima de mi."Nos veremos..." Fue lo único que alcancé a escuchar del sonido de su voz y de la modulación de sus labios.
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El Tren de los Silencios #InsideAwards2017
Genç KurguFlorencia Hernández, una chica de unos 22 años, viaja en un tren para volver a su lugar natal. En ese tren, irá escribiendo un diario sobre lo que va pasando, en el cual, irá apareciendo la historia del amor de su vida, quien conoció allí, y que sin...