Capítulo 2

47 5 0
                                    

-Florencia... ¡Florencia, despierta! -Exclamó una voz a lo lejos-

Mis ojos estaban sellados, no quería abrirlos, no quería despertar del sueño negro. Sentí una mano golpear mi mejilla, por lo que abrí mis ojos rápidamente.
...
-Hey, Bella Durmiente... Es nuestra primera parada... ¡Vamos! -Exclamó Silvia, mientras agarraba su equipaje de mano-

Acto seguido, me levanté rápidamente y sentí un leve mareo. Me sostuve del asiento.

-¿Estás bien niña? -Preguntó asustada, tomando mi hombro-
-Si... Perfecta -Sonreí e agarré mi equipaje de mano-
Con Silvia bajamos rápidamente del tren y buscamos nuestras valijas. No pude evitar pensar en el niño de ojos cafés. Nunca más volvería a verlo... Decidí dejar de lado todas aquellas mariconadas al darme cuenta de lo que estaba pensando. Silvia y yo nos encaminamos, ya con nuestros equipajes, a sacar los siguientes boletos. Sacamos para las seis y media de la mañana... Era lo más pronto.

Nos dirigimos al hotel en el cual nos quedaríamos. Debíamos descansar para poder llegar puntuales. A penas llegamos, Silvia entró a bañarse, mientras yo me recosté en la cama y cerré los ojos. Todavía recordaba a ese chico... Sus ojos eran los que iluminaban mi sueño negro... Era la luz.

Dentro de todo me afectó no volver a ver esos hermosos ojos cafés.
Saqué mi diario, y comencé a escribir.

"Debía aceptarlo, el terminó su viaje donde el mío recién empezaba... Nunca más volvería a verlo, nunca más. Y ni siquiera sabía su nombre, no sabía nada de él... Sólo su apariencia y sus ojos... y su forma de mirar, lo que lo hacía único..."

-¡Oye, Florencia! -Grito, mientras salía del baño y me sacaba de mis pensamientos- ¡Ya puedes bañarte cariño! -Subí mi mirada y sonrió entrando a la habitación envuelta en una toalla-
-Si, ahora voy -Dije vaga, cerrando mi diario y levantándome de la cama... Lo guardé en mi equipaje-

Me dirigí al baño rápidamente. Quería bañarme e olvidarme de todas las idioteces que mi cabeza pensaba.

-Joder -Susurré al darme cuenta que era imposible-

Luego de un largo baño, salí envuelta en una toalla. Silvia estaba tirada en la cama viendo la televisión.

-Desubicada, no te desvistas enfrente mío -Dijo con una sonrisa, mientras se tapaba-
-Lo hicimos por 4 años, no te preocupes -Dije desnuda, buscando una polera-
-No lo niego, pero es un hotel -Dijo observándome desnuda-
-Repito, no te preocupes -Sonreí mientras me ponía una polera morada y sacaba la ropa interior del cajón-

Me puse la musculosa morada con un short de tela blanco. Muy cómodo. Comimos algo y fuimos a dormir, esperando el otro día.

El Tren de los Silencios #InsideAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora