Bonnie.
Llegamos a mi casa en muy pocos minutos, llamé varias veces para asegurarme de que no había nadie en casa y cuando estuve seguro de que la casa estaba sola, subimos a mi cuarto. Respiré hondo antes de entrar a mi habitación, estaba seguro de lo que quería hacer, pero había un pequeña parte de mi la cual dudaba de esto. Frank cerró la puerta al entrar y se acercó a mi, pasando sus manos por mi cintura, atrayéndome hacia él para poder besarme desesperado.
Sus manos bajaron hasta mis muslos, levantándome del suelo para recostarme en la cama y meterse entre mis piernas, mi cuerpo se estremeció cuando su erección chocó de la nada contra mi trasero y me separé de sus labios cuando comenzó a frotarse contra mi. Me sentía tan indefenso, pero tan protegido a la vez, Frank iba lento, acariciaba mi cintura y me besaba con cariño; cosa que le agradezco.
Mi cuerpo se sentía tan caliente, tan sensible. Frank detuvo su movimiento por un momento, abrió mi camisa, sin quitarla por completo, al igual que se deshacía de mis pantalones dejándome sólo en bóxers en los cuales se formaba una pequeña carpa por culpa de mi erección... Que vergüenza.
Cerré mis ojos con fuerza esperando a que las manos de Frank tocaran mi cuerpo, realmente lo necesitaba, y los minutos se hacían eternos, sentía su mirada sobre mi, pero no me atrevía a abrir mis ojos, me sentía demasiado avergonzado. De pronto, sus manos tomaron con delicadeza mis brazos y comenzó a besarlos, haciendo que abriese mis ojos con rapidez. Sabía perfectamente lo que hacía, él estaba besando cada uno de los cortes que me había hecho mucho tiempo atrás.
-F-Frank... No hagas eso...- le dije mientras sentía como mi vista se nublaba por las lágrimas. Sólo recibí un "Shhh" de respuesta.
Cuando sus labios dejaron de besar mis brazos, comenzó a quitarse su ropa, quedando también en bóxer, besó y mordió todo mi cuerpo hasta que se detuvo en mis pezones y comenzó a jugar con ellos lamiendo y mordiendo con delicadeza. Lo menos que quería era gemir, pero por más que trataba de reprimirlos, más salían. Quise alejarlo, pero mis brazos estaban tan débiles.
-Frank...- eso sonó como un gemido. -Házmelo rápido, pedazo de mierda- gruñí cuando nuestros penes se rozaron a través de la tela.
Él pareció no hacerme caso; comenzó a besarme y sentí sus manos bajar hasta mi bóxer, de un momento a otro, estaba completamente desnudo frente a Frank, pero todo se volvió incómodo con la declaración que se le ocurrió hacer.
-Uh... Esto va a doler y... No tenemos lubricante- se veía más nervioso que yo, incluso estoy pensando en que es su primera vez teniendo sexo homosexual.
-Yo tengo...- susurré con vergüenza sintiendo mi cara arder. -Está atrás de la mesa de noche-Frank sonrió, dejó un beso en mis labios y se levantó para buscar lo que le había dicho. En cuanto volvió a la posición anterior, untó sus dedos con lubricante y comenzó metiendo uno en mi entrada.
Mordí mi labio intentando relajarme, pero tener u...-¡Mierda!- grité sintiendo un segundo dedo presionando ahí. -Despacio... Me duele...- susurré.
Sus dedos se movían de forma extraña dentro de mi, causando distintas reacciones en mi cuerpo, de vez en cuando Frank jadeaba por la necesidad de metérmela, soy bastante consciente de lo doloroso que es tener una erección encerrada en un bóxer.
-Bastián...- murmuró mordiendo mi labio junto con mi piercing. -Déjame hacértelo...- su voz era tan profunda.
Asentí sin confiar de mi voz, en un abrir y cerrar de ojos sus bóxer habían desaparecido, dejando a la vista su enorme erección y a pesar que no era la primera vez que la veía seguía sorprendiéndome.
-Si duele me dices para sacarla- se acercó a mis labios y comenzó a entrar con lentitud en mi.
Jadeé rasguñando un poco su espalda mientras seguía introduciéndose dentro de mi, sus labios atacaron los míos en un intento de calmar mi dolor, acariciaba mis caderas e intentaba ser lo más cuidadoso posible. Cuando entró por completo, recuperé el aire perdido e intenté acostumbrarme a su tamaño, pero mierda, Frank es demasiado grande para mi. Sus labios optaron por recorrer mi pecho, centrándose en mis pezones otra vez. Aunque sólo dejo un beso en cada uno y sonrió. Me dediqué a mirar su pecho, no tenía un cuerpo tan marcado, pero era malditamente perfecto y caliente, pasé mis dedos por sus brazos y me detuve a mirar los cortes que él tenía... Me intenté levantar un poco para besar esas cicatrices, que eran más profundas que las mías.
Su cuerpo se estremeció al verme así, fui besando todo su brazo hasta que llegué a su clavícula, seguí subiendo hasta su cuello en donde dejé un chupón y finalmente llegué a su boca, moviendo mis caderas para que comenzara a moverse.Frank entraba y salía de mi cuerpo, haciéndome gemir, jadear, chillar, sentía como chocaba con mi próstata, lo que causaba que mi cuerpo reaccionara de distintas formas, ya casi no aguantaba, pero no quería decirle a Frank que estaba a punto de correrme, eso sería mucho más vergonzoso.
-Frank... Me vengo...- mierda.
Él no me dijo nada, sólo siguió golpeando mi punto, haciendo que en menos de dos minutos me corriera manchándonos a ambos. Creo que Frank duró unos cinco minutos más y terminó corriéndose en mi interior.
Antes de dormirme, lo único que recuerdo era a Frank sonriendo con su móvil en la mano apuntando hacia mi...
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Diary Of A Guitarist 「Fonnie AU」
Fanfiction«Esto NO es un diario, sólo las nenas hacen eso y yo no soy una, por lo tanto, esto es una maldita agenda» Todos los derechos reservados Copyright 2015©